Afortunadamente, cada vez son más las personas que cuidan de su salud. Algo en lo que la alimentación juega un papel clave. Tal y como señalan los expertos, consumir alimentos que aporten los nutrientes necesarios para el organismo puede ayudarnos a vivir mejor y a evitar enfermedades. Así, recomiendan ingredientes como los arándanos, admirados por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias; el aguacate, uno de los superalimentos más populares; o la cebolla, un ingrediente habitual en nuestras cocinas que ofrece numerosos beneficios para la salud.
Tal y como señala la Fundación Española de la Nutrición (FEN), la cebolla es un alimento antiquísimo, cuyo origen se desconoce, aunque se cree que procede de Asia. Existen evidencias de su cultivo 3.200 años a.C, y era consumido por griegos, romanos y egipcios, que ya admiraban, e incluso adoraban, a esta hortaliza por sus propiedades.
Las nueve enfermedades que la cebolla ayuda a combatir
Disponible en el mercado durante todo el año, la mejor época de la cebolla es durante los meses de primavera. Según señala la FEN, se trata de un alimento con bajo contenido energético, que destaca por su aporte de potasio, un mineral que contribuye al normal funcionamiento de los músculos y del sistema nervioso.
Además, la cebolla es fuente de vitaminas y minerales como vitamina C, que contribuye a la protección de las células frente al daño oxidativo. “Una ración de cebolla (150 gramos) cubre el 48% de las ingestas recomendadas de esta vitamina para la población de estudio”, apunta la FEN, que también señala que este alimento es ricao en flavonoides y en compuestos azufrados, responsables de su aroma. Destaca el contenido en quercetina, con una importante función antioxidante.
Con propiedades diuréticas, anticoagulantes, expectorantes, antiinflamatorias y antioxidantes, entre otras, la cebolla es un alimento muy valorado en diferentes culturas, que además, ayuda a combatir conocidas enfermedades como estas:
-Osteoporosis: su importante contenido en calcio (100 gramos de cebolla aporta el 8,5% del calcio que se necesita a diario) ayuda al mantenimiento y fortalecimiento de los huesos, contribuyendo a la prevención de enfermedades óseas como la osteoporosis.
-Problemas en el hígado: el alto contenido de azufre orgánico de la cebolla ayuda a la desintoxicación del hígado, por lo que lo protege y garantiza el buen funcionamiento de este órgano.
-Diabetes: son varios los estudios que han confirmado que el consumo habitual de cebolla reduce significativamente los niveles de azúcar en la sangre. Esta hortaliza ofrece un alto contenido de glucoquinina, una sustancia hipoglucemiante considerada la ‘insulina’ vegetal’.
-Problemas respiratorios: durante años, se han admirado los beneficios de la cebolla para tratar problemas respiratorios como el asma, la bronquitis o la tos. Así, la liberación de sus compuestos ayuda a respirar mejor.
-Hipertensión: este alimento tiene un efecto hipotensor. Gracias a su aporte de quercetina, puede ayudar a controlar los niveles de tensión.
-Hipercolesterolemia: gracias a sus compuestos, también puede ayudar a reducir los niveles altos de colesterol, algo que lo convierten en un gran aliado de la salud cardiovascular.
-Estreñimiento: la cebolla es ricas en fibra dietética, por lo que ayudan a mantener un buen tránsito intestinal y previenen el estreñimiento.
-Insomnio: esta popular hortaliza contiene quercetina, una sustancia con propiedades antioxidantes, antiinflamatoria y sedante que ayuda a conciliar el sueño y combatir el insomnio.
-Problemas de estómago: al igual que ocurre con el ajo, la cebolla estimulan el apetito y favorecen la digestión. Gracias a sus propiedades antiinflamatorias y antibacterianas, reduce la acidez estomacal y la inflamación, por lo que, en contra de lo que se pueda pensar por su fuerte aroma y sabor, es una gran aliado del estómago.