La freidora de aire es moda. Estos electrodomésticos usan el aire caliente para cocinar los alimentos en lugar de emplear aceite, como lo hacen las freidoras tradicionales. Es este el motivo por el que se han empezado a popularizar tanto entre los españoles, puesto que la forma de cocinar es más saludable que con los fritos que se hacen de la manera más tradicional.
Este aparato como utiliza menos aceite proporciona mucha menos grasa y también menos calorías a esos productos que se cocinan. Otra de las ventajas más importantes es que son más seguras porque no hay ningún tipo de peligro a sufrir la salpicadura del aceite caliente. Elegir entre a día de hoy entre una freidora de aire y una más convencional depende de las preferencias de cada personas y de sus necesidades.
Existen diferentes aspectos a tener en cuenta como, por ejemplo, la salud. La freidora de aire es conocida por ser una opción más saludable porque necesita menos aceite para cocinar. Otra opción es el sabor y la textura. A pesar de que la freidora de aire puede hacer alimentos crujientes y ricos, es cierto que no llega a ser igual que los alimentos que se terminan haciendo con aceite.
La freidora de aire es más versátil porque se puede utilizar para cocinar todo tipo de alimentos como, por ejemplo, patatas fritas, pollo, verduras, pescados o postres. Por el contrario, las convencionales están adaptadas para hacer alimentos rebozados. También hay que tener en cuenta la limpieza. Las de aire no generar tanta cantidad de aceite y de grasa.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que tampoco se puede utilizar todos los días las freidoras de aire porque tiene una serie de peligros. ¿Quieres saber de cuáles se tratan? Te contamos más sobre ello.
El problema de usar la freidora de aire todos los días
Uno de los grandes riesgos que tiene la freidora de aire es la limpieza. Y es que es necesario que cuando se termine de cocinar y tras dejarla refrescar para que no se queme, se debe hacer una limpieza de los restos de comida que quedan. Esto hay que hacerlo cada vez que se cocina en el aparato. El problema principal es que si no se mantiene limpia y no se desinfecta es muy posible que se termine sufriendo una intoxicación alimentaria.
Esto se debe a que las bacterias van proliferando en el aparato y pueden entrar en contacto con todos los alimentos que se vayan cocinando en ella. Esas bacterias que se pueden acumular son la salmonella y el estafilococo que se pueden encontrar en huevos, verduras, carnes o alimentos procesados.
Además, tal y como alertó la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), existe otro riesgo en la freidora de aire: la acrilamida. Se trata de una sustancia química que se considera cancerígena para los humanos y que se forma de manera natural en algunos alimentos, sobre todo en los que contienen almidón al cocinarse a altas temperaturas. Además de ser cancerígeno, la acrilamida puede llegar a afectar de manera negativa en la salud reproductiva y neurológica.
Para poder reducir la exposición de esta sustancia se recomienda que este tipo de alimentos se cocinen a unas temperaturas que sean más bajas y en un periodo corte de tiempo. También se recomienda que los productos se frían en la freidora de aire siguiendo las instrucciones para evitar ponerlos en unos valores que sean muy altos.