La alimentación es factor clave para una buena salud. Así lo aseguran los expertos que recomiendan llevar una dieta saludable para evitar enfermedades. Una dieta en la que no falten alimentos como frutas, verduras, legumbres y frutos secos, y en la que también estén presentes valiosos ingredientes como la miel, uno de los alimentos más admirados desde la antigüedad; el jengibre, un superalimento con importantes propiedades, y el aceite de oliva.
Considerado en el rey indiscutible de la dieta mediterránea, el aceite de oliva se ha convertido en el alimento imprescindible de una dieta sana y equilibrada. Y es que, además de por su sabor y versatilidad, este ingrediente es admirado por sus propiedades y sus numerosos beneficios para la salud.
Las enfermedades que el aceite de oliva ayuda a combatir
Fueron los romanos los que, a partir del siglo II a.C, difundieron su cultivo por todo el Mediterráneo. Desde entonces, el aceite de oliva se ha convertido en un tesoro nutricional, sobre todo en nuestro país, convertido en el principal país productor.
Tal y como apunta la Fundación Española de la Nutrición (FEN), el aceite de oliva es rico en ácidos grasos monoinsaturados, ácidos grasos insaturados y vitamina E, que actúa como antioxidante. Así, gracias a su contenido en ácido oleico, su principal componente, y en polifenoles, el llamado oro líquido es uno de los mejores aliados de la salud que ayuda a prevenir y combatir algunas conocidas enfermedades.
Así lo confirma un estudio de la Universidad de Harvard que asegura que incluir aceite de oliva en la alimentación diaria se traduce en un 29% menos de posibilidades de morir por una enfermedad neurodegenerativa, un 19% de enfermedad cardiovascular, un 18% respiratoria y un 17% por cáncer.
Así, son numerosos los beneficios para la salud de este alimento que, tal y como confirman numerosos estudios, ayuda a combatir y prevenir algunas graves y conocidas enfermedades como estas:
-Demencias como el Alzheimer: según aseguran los expertos, y confirma la Universidad de Harvard, el consumo de una cucharada de aceite al día puede reducir las posibilidades de desarrollar demencia. Según un estudio publicado en la revista JAMA Network Open, las personas que consumían al menos siete gramos de aceite de oliva al día tenían menos probabilidades de morir por enfermedades relacionadas con la demencia, incluido el Alzheimer.
-Cáncer: según un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Sevilla, el ácido oleico presente en el aceite de oliva (y en otros alimentos como el aguacate o los frutos secos) también se reconoce como una molécula anticancerígena por sus efectos inhibidores sobre la sobreexpresión del oncogén.
-Enfermedades del corazón: tal y como reconoce la Fundación Española del Corazón (FEC), este alimento ayuda a prevenir la aparición de enfermedades crónicas como, por ejemplo, la enfermedad cardiovascular: “La ingesta diaria de aceite de oliva nos ayuda a proteger la salud cardiovascular gracias a su composición en ácidos grasos y por sus componentes antioxidantes, que nos protegen ante la arterioesclerosis y reducen los niveles de colesterol LDD (malo)”.
-Colesterol alto: según la FEC, el aceite de oliva es rico en ácido oleico, “un tipo de grasa monoinsaturada que ejerce una acción beneficiosa en los vasos sanguíneos, reduciendo los niveles de colesterol LDL (malo) en la sangre, a la vez que hace aumentar el colesterol HDL (bueno)”. Por ello, los expertos recomiendan su consumo para combatir la hipercolesterolemia.
-Hipertensión y diabetes: la Fundación Española del Corazón también señala que, tal y como confirman los estudios, el consumo de aceite de oliva “beneficia el control de la hipertensión arterial y previene la aparición de diabetes”.