Nutrición

Sacha Inchi, el oro inca para una piel más saludable

El sacha inchi está considerado una súper semilla. Proviene de la Amazonía peruana y cuenta con propiedades hidratantes espectaculares

  • Sacha Inchi, el oro inca para una piel más saludable. -

El sacha inchi es uno de los descubrimientos que se está abriendo camino en el mundo de la cosmética en los últimos años. Procedente de la Amazonía peruana, esta súper semilla (sí, además de superalimentos también hay súper semillas) también se conoce con el nombre de maní del inca o el oro inca y cuenta con algunas propiedades ideales para cuidar nuestra piel de manera natural y efectiva.

La semilla sacha inchi fue descubierta por los nativos miles de años atrás y desde entonces numerosos estudios científicos la han señalado como la mejor oleaginosa (con textura parecida a la del aceite) gracias a su especial composición que difícilmente se encuentra en otros ingredientes procedentes de la naturaleza.

Es una planta trepadora o de liana que se cultiva en tierras orgánicas ubicadas en las selvas de Perú, Bolivia y Colombia. Su nombre deriva de dos palabras quechuas: sacha, que significa silvestre, e inchi, cuyo término hace referencia al fruto que produce. De la presión en frío de sus semillas se obtiene el preciado aceite (para un kilo de aceite se necesitan hasta cinco de semillas). 

Aunque dejó de producirse durante un tiempo, el científico Antúnez de Mayolo, el erudito más importante de la nutrición en el antiguo Perú, redescubrió este ingrediente y divulgó sus beneficios a mediados de los años 80. Entre los componentes que se engloban en esta exótica semilla se encuentra un gran contenido en ácidos grasos insaturados (hasta un 93 por ciento de su composición) y en Omega 3 (un tipo de grasa esencial). Además, el sacha inchi puede ‘presumir’ de tener el contenido más bajo en ácidos grasos saturados (apenas un 6,2 por ciento) y un alto nivel de vitaminas A y E.

Esta súper semilla se considera desde hace siglos un excelente aceite cosmético y medicinal. La vitamina E del aceite sacha inchi es un componente que se ocupa de la regeneración de la piel, por lo que hablamos de un gran poder como regenerador de heridas además de capacidad cicatrizante para marcas de acné, por ejemplo. Es capaz de actuar de manera rápida y profunda en la epidermis. A esto le tenemos que sumar que los ácidos grasos insaturados nutren y tratan los problemas de nuestra piel y, lo que es muy importante, ayudan a prevenirlos.

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El sacha inchi es ideal usado en aceite para pieles secas o irritadas.Pixabay

Beneficios del sacha inchi

El aceite que se crea a partir de esta semilla peruana es muy beneficioso usado de manera tópica para reestructurar y proteger la piel, además de fortalecer las uñas y el cabello. Una de sus principales propiedades es que ayuda a mantener nuestra piel más hidratada, jugosa y sana. Esto es clave para una buena salud dérmica, ya que si tenemos una piel deshidratada se debilita la barrera natural de la piel y se pueden producir afecciones dermatológicas, acné… 

Sin duda, el uso habitual de este aceite -que ya comercializan algunas firmas en nuestro país y se puede encontrar en farmacias- está recomendado para aquellas personas con pieles sensibles, deshidratadas, secas o que sufren de inflamaciones e irritaciones, y ayuda eficazmente a dar una nueva apariencia más luminosa y con un aspecto más fresco y rejuvenecido.

Por lo tanto, sus principales propiedades para la piel son: 

  • Propiedades hidratantes, ayuda a tu piel a retener los niveles de humedad de manera natural, consiguiendo así una piel fresca y jugosa.
  • Propiedades antiarrugas, estimula la producción de colágeno. Esto hace que aumente la firmeza de la piel con el paso de los días.
  • Propiedades antioxidantes, previene el envejecimiento celular tras la exposición solar.
  • Refuerza la microcirculación local, gracias a su alto contenido en Omega 3, lo que se traduce con una mejora de la cuperosis.
  • Ayuda en el tratamiento del control lipídico en el acné, minimizando la aparición de poros y aportando uniformidad a la piel del rostro o la espalda, donde más se suelen dar los brotes de acné.

Cómo utilizarlo

La manera más sencilla de usar este ingrediente es a través de productos cosméticos formulados con esta semilla. En nuestro país hay varias firmas de cosmética que ya han creado cremas con este extracto y que son cien por cien naturales y orgánicas. Hay cremas nutritivas para la piel del rostro, pero también para las manos, exfoliantes y para el resto de la piel del cuerpo. “Contiene Omega 3, 6 y 9 para favorecer a una espectacular hidratación y protección de la piel al proporcionarle una película protectora que mantiene la humedad y los nutrientes”, nos explica Alessandra Wilson, responsable de producto de Yanbal.

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El sacha inchi tiene un gran poder hidratante.Pixabay

Su uso tradicional 

Desde las antiguas culturas incas, el alto contenido en Omega 3 de esta semilla hacía que su ingesta oral estuviera considerada como un buen remedio para reducir el riesgo de hipertensión arterial, estimular el sistema inmunológico y favorecer a regular el colesterol. También incrementa las funciones ligadas a la memoria y agilidad mental. Según algunos estudios médicos, el consumo diario de una cucharada de aceite sacha inchi en ayunas disminuye la hipercolesterolemia e hipertrigliceridemia. 

También es un buen remedio natural para tratar enfermedades que tienen que ver con las articulaciones, como la artritis, el reumatismo y la osteoporosis. El sacha inchi ayuda también a combatir el estrés, el cansancio y el agotamiento mental. Como siempre, cada vez que tomamos algún ingrediente de este tipo siempre es mejor consultar con nuestro médico para saber si es adecuado o no hacerlo.

Un producto gourmet

Los incas usaban este producto en los guisos o aderezos para la yuca, el plátano o cualquier otro alimento que fueran a ingerir. Del sacha inchi no solo se pueden comer sus granos y sus hojas, sino que su aceite está considerado un producto gourmet en el mundo de la gastronomía actual. Tiene un sabor intenso, más fuerte que el del aceite de oliva, por ejemplo, y un color amarillento y ya se usa en muchos restaurantes de alta cocina como un excelente condimento. También se puede consumir en forma de semillas tostadas, que se pueden saltear en una sartén y usar en postres como tartas o bizcochos.

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