Si está tratando de perder peso, es posible que te peses cada mañana o cada ciertos días para ver si tus esfuerzos están dando resultado. Haces ejercicio, sudas la gota gorda, comes bien, no picas, has dejado de beber (tanto) alcohol.... pero aún así no adelgazas, o al menos tu báscula no te muestra ningún avance.
Suele ocurrir y es bastante desmoralizante. Incluso, a veces, puedes ver que pesas más que hace un tiempo, cuando no hacías nada.
¿Por qué te está pasando esto? ¿Qué es lo que estás haciendo mal? ¿Acaso tiene que ver con tu dieta? Lo vemos, lector, no te vengas abajo ya.
Por qué no logras perder peso si haces ejercicio y comes sano
Si estás perdiendo centímetros y haces ejercicio de fuerza con regularidad, como, por ejemplo, pesas, abdominales... es posible que en realidad estés perdiendo grasa y ganando músculo, que es lo que se conoce como recomposición corporal.
La mayoría de las básculas no distinguen entre la cantidad de grasa corporal y la cantidad de músculo que tienes. Por ejemplo, dos personas pueden pesar 68 kg pero tienen proporciones de grasa corporal y músculos completamente diferentes.
Así, la persona con una proporción más alta de músculo a grasa corporal probablemente use ropa de menos talla porque tiene medidas corporales más pequeñas, ya que el músculo es más denso y ocupa menos espacio que la grasa corporal.
La mayoría de las básculas no distinguen entre la cantidad de grasa corporal y la cantidad de músculo que tienes, así que no debes fiarte del número que te marca
El entrenamiento de fuerza, combinado con una dieta baja en calorías y alta en proteínas, favorece la ganancia muscular y la pérdida de grasa, lo que desemboca en la mencionada recomposición corporal, según han detallado varias investigaciones.
Esta es una de las razones por las que no es del todo aconsejable fiarse de lo que marca una báscula común que no mide porcentajes de músculo y grasa, ya que la proporción entre ambas es el mejor indicador de salud. Por eso los expertos suelen recomendar las básculas de grasa corporal, que son como las típicas pero que además estiman la composición del cuerpo a través del envío de una una señal eléctrica débil.
También es posible que hayas llegado a una 'meseta' y no logres perder peso
Una de las razones por las que no ves tus progresos en la báscula es el que te hemos contado: que no utilizas una adecuada que mida tus porcentajes de grasa y músculo. Otra razón podría estar en que hayas llegado a una 'meseta' de pérdida de peso. ¿Qué significa esto?
La mayor parte de la pérdida de peso suele darse en las primeras 4-6 semanas de restricción calórica y ejercicio. Más tarde, el adelgazamiento comienza a ralentizarse porque el metabolismo también lo hace. Esto lleva al cuerpo a una 'meseta'. Un periodo en el que mantienes el peso estable porque, simplemente, tu cuerpo se siente cómodo con ese peso o porque, quizá, no has valorado restringir más las calorías que consumes.
[Cómo acelerar el metabolismo]
Además, y es un error muy común, puedes estar consumiendo más calorías de las que quemas cada día. Muchas personas, cuando hacen ejercicio, se confían y se dejan llevar más en la comida. "Qué más da, si luego lo quemo" o "me lo merezco porque he sudado durante una hora" suelen ser excusas que algunos (¡muchos!) se ponen y al final acaban comiendo de más. ¿Resultado? No engordan pero tampoco adelgazan.
Esto, de hecho, lo comprobó en este estudio de la Universidad de Louisiana, que siguió a 200 hombres y mujeres con sobrepeso. Tras realizar ejercicio aeróbico durante seis meses, los participantes terminaron compensando comiendo de más todas las calorías que habían perdido al hacer ejercicio. La mayoría no perdió peso o lo ganó.
Otras causas que te hacen no perder peso: retención de agua y comer de más
Además de las causas mencionadas, puedes estar estancado por alguna de las siguientes razones. Conocerlas e identificarlas te servirá para tomar cartas en el asunto en el caso de necesitarlo:
Retención de agua
La retención de agua en el cuerpo puede hacer que no veas que los números bajan y que, incluso, suban hasta en 4 kilos.
El agua representa aproximadamente del 65 al 90% del peso de una persona, y la variación de su contenido en el cuerpo puede hacernos variar de peso. Esta es una de las principales razones por las que los diuréticos son tan populares: eliminan el agua del organismo, lo que resulta en una "pérdida" de peso a corto plazo, pero no ayuda a hacer desaparecer la grasa acumulada.
No comes menos
Si sigues comiendo lo mismo y quieres perder unos kilos, tendrás que hacer dieta además de ejercicio, pues para quemar las calorías y lograr adelgazar tendrás que ejercitarte al menos durante una hora, intensamente, todos los días, pero tal y como han comprobado diferentes estudios, es difícil de seguir para la mayoría de la población, sobre todo si uno no está acostumbrado a ello.
Lo mejor es que combines una dieta sana, variada, baja en calorías y alta en proteínas, como ya te hemos contado aquí, con algo de ejercicio para acelerar la pérdida de peso y tonificar el cuerpo.
Y esto es todo, lector. Recuerda que las cosas de palacio van despacio y que Roma no se hizo en dos días. Lo que merece la pena, y lo duradero, cuesta conseguirlo, así que no te desanimes en tu sendero hacia la vida sana. Sigue con ello y sé sincero contigo mismo a ver si es que estás comiendo de más. ¡Ánimo!