Una ruptura de pareja suele ser un duro golpe para ambas partes. Sin embargo, cuando el amor se acaba, o la relación no funciona, separarse y emprender caminos por separados puede ser lo mejor para todos. Pero tomar la determinación de romper, además de doloroso, sobre todo cuando se trata de relaciones estables y largas, no es nada sencillo. Y es que, aunque en ocasiones puede tratarse de una decisión tomada por los dos miembros de la pareja, en muchas otras, es una de las partes la que toma la iniciativa. Algo que puede ser una sorpresa para la otra persona, e incluso convertirse en toda una odisea.
Sin embargo, y teniendo en cuenta que cada persona es un mundo, los expertos aseguran que existen algunas señales que pueden indicar que esa relación tiene los días contados. Y es que, salvo drásticas ocasiones, una ruptura de pareja no llega de la noche a la mañana. Durante tiempo hay ciertos comportamientos que pueden ser de ayuda para saber que algo va mal, e incluso dejar entrever la llegada de la separación.
Las señales que indican que tu relación de pareja no marcha bien
Metidos de lleno en el día a día, en el estrés, las obligaciones y la monotonía, es fácil desatender importantes asuntos como las relaciones. Hasta tal punto que cuando una pareja rompe, hay quien se asombra de no haber sido consciente del desgaste de su relación, si siquiera de haber atravesado por una crisis.
Por ello, los expertos recomiendan conocer y prestar atención a pequeñas señales que indican que si una relación funciona o no. Unos síntomas que debemos divisar tanto para prepararnos para lo que está por venir, como para evitar la ruptura, si es que se está a tiempo.
-Monotonía: aunque es algo muy habitual, sobre todo en las parejas que llevan muchos años juntas, esta señal puede dinamitar una relación de pareja. Según los expertos, en una relación marcada por la monotonía hay aburrimiento y desmotivación, algo que puede provocar que se busquen nuevos intereses fuera de la pareja. Reconocer que existe un problema y buscar la manera de salir de esta situación es clave para evitar la ruptura.
-Falta de comunicación: la comunicación es vital para las relaciones de pareja en todas sus etapas y uno de los pilares para una buena relación. Aunque a lo largo de los años la comunicación cambia, al igual que lo hace la propia relación, la falta de ella hace que se vayan callando cosas y evitando conversaciones que con el tiempo acaban saltando y provocando discusiones y enfados.
-Malos modos y reproches continuos: cuando las malas contestaciones y las recriminaciones se convierten en protagonistas habituales en el día a día de una relación resulta complicado la vida en pareja.
-No se hacen planes a futuro: es habitual hacer planes para las próximas vacaciones, organizar un viaje o cómo pasaréis las navidades de ese año. Sin embargo, cuando hacer planes a largo plazo se convierte en una discusión, o cuando uno de los miembros de la pareja prefiere no organizar mirando a largo plazo, es probable que no se tenga claro el futuro de esa relación.
-Falta de tiempo libre en común: aunque es común que existan etapas en las que los compromisos profesionales y personales puedan dejar poco tiempo para disfrutar de la pareja, la falta de tiempo para disfrutar de vuestra relación, sobre todo cuando se ha perdido interés por encontrar esos pequeños momentos de complicidad y de unión, puede ser una señal clara de que las cosas no marchan como antes.
-Ausencia de muestras de cariño: una de las señales más evidentes que indican que la relación no marcha bien es la desaparición de esas pequeñas muestras de cariño diarias que antes había. Gestos y palabras habituales en una pareja que con el tiempo, o en ocasiones de manera drástica, desaparecen sin motivo aparente.
-Relaciones sexuales inexistentes o mecánicas: y de la misma manera que pueden desaparecer las muestras de cariño, se marchan los momentos de intimidad. Sin tener en cuenta etapas puntuales en los que por motivos ajenos a la pareja se mantienen menos relaciones sexuales, la falta de ellas o incluso el que se conviertan en algo obligado y mecánico, puede ser síntoma de un problema importante.
