El deseo sexual puede comenzar por una atracción física por otra persona, pero también se puede desatar por una atracción emocional o una conexión o vínculo que va más allá del físico en sí. La sexualidad cuenta con numerosos términos y quizá uno de los menos conocidos de ese ‘diccionario sexual’ sería el de demisexual. ¿Qué significa eso? ¿Cómo puedes saber si eres demisexual?
Este tipo de orientación sexual ha existido desde siempre, pero en los últimos tiempos se ha convertido en un término muy usado y se le ha dado una definición más clara. La Red de Visibilidad y Educación Asexual (AVEN) dio en el año 2006 una definición de demisexual describiendo a quien tiene esta orientación como "una persona que siente atracción sexual sólo por individuos con los que ha establecido un vínculo emocional significativo, por los que siente una implicación emocional significativa".
Esta opción que llevaría al deseo sexual a activarse a partir de algo emocional nada tiene que ver con convicciones sociales o religiosas, sino que solo consiste en eso: en sentir atracción sexual a través de una conexión emocional. Convendría entender también cuál es la diferencia entre la orientación sexual y la orientación sentimental. La primera, según la American Psychological Association sería "un patrón estable de atracción emocional, romántica y/o sexual hacia hombres, mujeres o ambos sexos".
Según explican desde la plataforma Buencoco, “además de la orientación sexual, nuestra identidad también se define por la orientación sentimental. Esta última es descrita por Asexuality.org como "una reacción emocional que se traduce en el deseo de una relación romántica con la persona que provoca esta atracción".
Entendidos esos dos conceptos, se podría decir que “la demisexualidad no es una orientación sexual en sentido estricto, sino una orientación sentimental: la persona experimenta atracción y deseo de mantener relaciones sexuales con una pareja solo si se establece un vínculo emocional profundo con esta última”, añaden desde Buencoco. En las personas demisexuales, el deseo físico se desata después de haber establecido un vínculo romántico y hay un sentimiento siempre detrás de ese deseo sexual.
Deseo sexual y emociones
Según explican desde Demisexuality.org, existen algunas características que pueden hacer identificar a una persona que es demisexual. Entre los rasgos que destacan estarían:
Los sentimientos sobre el sexo pueden llevar a sentir cierto rechazo o indiferencia a las relaciones sexuales. Las personas con un deseo sexual que parte de un vínculo emocional pueden sentir cierto pudor al hablar de sexo o al responder a ciertas preguntas al respecto. En su caso, sexo y amor son inseparables y esa intimidad lleva a esa persona a no querer manifestar opiniones sobre el sexo, ya que hay sentimientos muy importantes.
El deseo sexual tarda en surgir. Al no tratarse de algo físico o de una atracción física que puede aparecer de un momento a otro, el deseo sexual tarda más en aparecer porque requiere más tiempo para tener sentimientos por la otra persona.
En muchas ocasiones, las citas empiezan después de ser amigo de la otra persona. Con un amigo puede haber un sentimiento de cariño que luego se puede transformar en algo más que haga que el deseo por esa persona se manifieste después de un tiempo.
Según explica Cristina Agud, psicóloga sanitaria y psicoterapeuta especialista en Psicopatología Clínica, Terapia Cognitiva y terapia breve y PNL de MAPFRE, “las personas demisexuales a menudo se sienten tremendamente solas y extrañas debido a su orientación. Se sienten aislados e incomprendidos por su entorno o incluso pueden experimentar sentimientos de inadecuación, como si hubiera algo que no funcionara bien dentro de sí. Saber que hay personas que viven esto de manera similar, ayuda a formar un sentido de comunidad y a sentirse apoyado”.
Cómo aumentar el deseo sexual
Hay momentos en la vida en los que el deseo sexual no está en su punto álgido. El estrés, las responsabilidades laborales y familiares o la toma de ciertos medicamentos puede influir en la forma en la que surgen las ganas de tener relaciones íntimas. Aumentar el deseo sexual de forma natural en momentos en los que la libido puede estar más baja es posible.
Puedes seguir estas pautas que te ayudar a tener una vida sexual más feliz y saludable:
-Duerme lo necesario. En general, deberías dormir entre siete y ocho horas cada noche para sentirte con más energía al día siguiente. Esto favorece el descanso físico y mental, hace que el estrés se mantenga a raya y evita esa ansiedad que puede causar el sentir que no sientes ganas de sexo. Puedes intentar practicar respiración consciente antes de acostarte para conciliar el sueño con más facilidad. Evita usar el móvil o la tablet dos horas antes de irte a la cama.
-Un estilo de vida saludable es clave. Practicar ejercicio físico de manera regular y seguir una alimentación equilibrada es clave no solo para tener una mejor salud, sino también para estar más relajado. Evitar el tabaco y el alcohol es también muy importante para sentirte mejor. Puedes probar a practicar yoga o mindfulness o dedicar diez minutos al día a la meditación. Tener relaciones sociales ayuda a sentirnos queridos y valorados y disfrutar del tiempo libre es otra buena manera de huir del estrés.
-Trabaja en tu relación de pareja. Fomenta la comunicación y hablad de si estáis pasando por un mal momento o si necesitáis un tiempo de descanso. Pero esa comunicación es fundamental para que no haya malos entendidos o problemas mayores en vuestra relación.
Es bueno dedicar tiempo a la pareja y sacar un rato cada día para vosotros. Podéis planificar una cita a la semana para poder estar solos (recuerda apagar el móvil durante la cita) o realizar alguna actividad juntos que os haga volver a sentir esa unión que seguro que seguís teniendo. El tiempo de calidad juntos es algo muy necesario para el vínculo emocional y también para mejorar las relaciones sexuales. Si es necesario, acudid a un profesional que os ayude a entender qué os está sucediendo.
