La infidelidad duele igual venga del lado que venga, pero hay estudios que afirman que hombres y mujeres afrontan de manera diferente una deslealtad en una relación de pareja. Además, a la hora de perdonar o no una infidelidad, también hay algunas diferencias que queremos analizar de la mano de varios expertos.
¿Qué pasa cuando una mujer es infiel, se la juzga más que al hombre? En un estudio de Ashley Madison, un 92% de las mujeres admitieron enfrentar críticas peores y más frecuentes que los hombres por tener una aventura. Este dato no sorprende teniendo en cuenta los hechos históricos. “Una vez que el ser humano se asentó y empezó a tener un patrimonio, cobró cada vez más importancia asegurar la legitimidad de los propios hijos. En consecuencia, muchas culturas y civilizaciones juzgaron a mujeres infieles de forma mucho más severa”, explica Christoph Kraemer, Director General Europa de Ashley Madison.
Pero lo que en el pasado fue una oportunidad para avergonzar a los demás, particularmente a las mujeres, y afectarlos negativamente de por vida, “ahora se está convirtiendo en un comportamiento mucho más comprensible que hace que las personas analicen más profundamente el por qué. Por sorpresa, en la encuesta las usuarias dicen que sienten menos vergüenza por su infidelidad que los hombres (42% versus 48%). Este dato es extraordinario porque dado el contexto histórico todavía vigente también en nuestra sociedad, se podría esperar que el porcentaje de ellas que dice sentir vergüenza y culpabilidad sea mucho más alto que él de los hombres”, añade Kraemer.
“Cuando una mujer es infiel, se la juzga más duramente que al hombre. En España, las normas morales están influenciadas por la religión, con un fuerte enfoque en la culpa y la vergüenza en torno a la sexualidad femenina. Si una mujer es infiel, se la tacha de ser una “mala mujer”, por no decir palabras más fuertes, mientras que un hombre es “un macho ibérico” o un seductor, y está desgraciadamente mejor aceptado porque tiene necesidades sexuales masculinas”, explica Lara Ferreiro, psicóloga experta en terapia de parejas y colaboradora de Ashley Madison.
“Pero nosotras las mujeres, también las tenemos, sólo que antes no las podíamos satisfacer, ya que no trabajábamos y la mujer dependía económicamente del marido y estábamos siempre en casa, cuidando de los hijos como para pensar en nuestra reivindicación sexual”, apostilla.
El machismo interiorizado de muchas personas sobre la infidelidad femenina es una lacra social. “Pero poco a poco en España, se está comenzando a aceptar poco a poco que las mujeres tienen control sobre su propio deseo sexual y erótico. La infidelidad, en este contexto, puede interpretarse como un intento de las mujeres por buscar satisfacción física e íntima de manera autónoma, sin los prejuicios religiosos. La inclinación de una persona a tener una relación abierta o no, no está delimitada por su género, sino por sus preferencias individuales, experiencias, valores y circunstancias personales”, añade Ferreiro.
¿El perdón es posible en una infidelidad?
Las actitudes en torno a la infidelidad y el perdón varían en función del género y también según el país. Según un estudio de la plataforma vía YouGov, mientras que en Suiza casi la mitad de las mujeres y de los hombres se consideran capaces de perdonar una infidelidad de su propia pareja, el porcentaje en España es mucho más bajo (23% de ellas y 30% de ellos entre la población general).
“Sí, es posible perdonar una infidelidad, aunque los medios y la representación de las celebridades solían mostrar la infidelidad como el fin de las relaciones, perpetuando un estigma que no siempre coincide con la realidad de muchas parejas. A pesar de que persisten los estigmas sociales y tabúes en torno al comportamiento infiel, cada vez más personas están dispuestas a perdonar a quienes les han sido infieles” dice Ferrerio.
La alta disposición de muchas personas a perdonar a su pareja por una infidelidad “podría estar relacionada con la falta de remordimiento por haber sido infieles ellos mismos o porque ya no se ve tan grave como antes. Si bien la tendencia a perdonar infidelidades está aumentando en general, las mujeres cada vez son más permisivas con las infidelidades de sus parejas que los hombres”, dice Lara Ferreiro.
Es interesante que en casi todos los países encuestados el porcentaje de ellas en la población general que perdonaría una infidelidad es menor que de ellos. España en concreto tiene el porcentaje más bajo de perdonó de diez países a nivel internacional.
“Además de esto, las mujeres a menudo se quedan con la responsabilidad del trabajo emocional y doméstico, mientras que su sexualidad y sus necesidades quedan ignoradas. Dado que los hombres tienden a no ser juzgados con el mismo estándar que las mujeres en sus aventuras extramatrimoniales, podría explicar por qué las mujeres son menos propensas a perdonar la infidelidad”, explica Kraemer.
Claves para perdonar una infidelidad
“En general, las mujeres muestran más dificultad para perdonar, a pesar de la creciente apertura sobre este tema”, dice Ferreiro. Las claves para perdonar una infidelidad y seguir con la relación, según el contexto, “implican una mayor conciencia y comprensión de los desafíos que plantea la monogamia moderna. Perdonar una infidelidad requiere empatía y análisis profundo de las causas detrás de la traición, en lugar de sólo enfocarse en la culpa. Normalmente es un abandono en su vida sexual o aburrimiento en esta área que se trabaja en terapia para aumentar el deseo sexual. Tras una infidelidad, pueden llegar a definir su nuevo modelo de relación de pareja”.
Las razones detrás de la infidelidad suelen estar ligadas a la falta de satisfacción sexual en las relaciones actuales, más que a la falta de amor. “Esto sugiere que, en ocasiones, la infidelidad no representa una ruptura de la relación, sino una forma de suplir necesidades no satisfechas. Pueden estar felices en su matrimonio, pero aburridos/as en lo sexual. La mayoría de los infieles no quieren separarse, sólo divertirse y les da un subidón de autoestima y sentirse deseado/a por su amante que hace que flexibilicen su rigidez de ideas respecto a lo que es una infidelidad”.
Por otro lado, una parte importante del perdón es muy práctica, “es que ambas partes se comprometan a mejorar la equidad en la relación, tanto en lo emocional como en lo doméstico. Esto puede ayudar a reducir el resentimiento y mejorar la satisfacción mutua, facilitando así el proceso de reconciliación. Sin embargo, en la vida real, algunas personas creen que una infidelidad puede ser una oportunidad para mejorar la relación”, concluye Lara Ferreiro.
