Con la llegada del verano y los meses más calurosos del año, llegan las frutas frescas, dulces y llenas de agua. Las ciruelas, las cerezas, el melocotón o la sandía son algunas de ellas, además del melón, uno de los productos estrella de los meses estivales. Pero no todo vale al disfrutar de esta fruta: es importante saber cuándo comienza a estar en mal estado para evitar sufrir problemas de salud.
Antes de profundizar en cuándo es recomendable desechar el melón, es oportuno señalar cómo conservarlo para evitar este tipo de problemas. La fruta puede aguantar entre 3 y 4 días en la nevera. Su vida es reducida debido a un factor esencial: al ser de gran tamaño, lo más frecuente es que deba estar en el frigorífico abierto durante unos días y que no se consuma en una sentada. Por ello, se debe guardar en un recipiente hermético o protegerlo con papel film para protegerlo y evitar su deterioro.
Atento a estas señales
Es sencillo detectar si un melón comienza a estar en mal estado o entra en fase de descomposición. Para hacerlo, basta con estar pendiente de algunos factores.
- Atención a la textura. La piel del melón, en buen estado, es consistente. Si al coger la fruta se percibe una textura pegajosa o suave, es un indicador de que ha comenzado a descomponerse y es el momento de tirarlo. Y lo mismo ocurre en su interior: no debe ser viscoso o líquido, sino sólido y fresco.
- Mal olor. El melón tiene un olor fresco y agradable. Si no es así, no es recomendable consumirlo.
- Manchas o decoloraciones. A diferencia de otras frutas como el plátano, donde no necesariamente es indicativo de encontrarse en mal estado, sí lo es en el caso del melón. Estas pueden indicar que el alimento a comenzado a pudrirse.
- Moho. Esta es una de las características más claras de que la fruta se encuentra en mal estado. Además, es importante mencionar que retirar el trozo afectado y comer el resto también entraña problemas para la salud.
Posibles problemas de salud
El melón es fuente de múltiples nutrientes y vitaminas beneficiosas para el cuerpo. Es rico en vitamina C y vitamina A -que ayuda a mantener una piel sana y fomenta la regeneración celular-. Su alto contenido en agua previene la deshidratación. Además, es rico en antioxidantes y favorece la salud digestiva gracias a su alto contenido en proteínas. Aun así, puede crear problemas de salud. No guardar y proteger la fruta de forma adecuada puede llevar a la proliferación de enfermedades como la salmonella y el crecimiento de microorganismos.
