Una uva no demasiado popular en nuestro país que, sin embargo, posee una personalidad única. Algunas teorías abogan por una procedencia exótica y sitúan su origen en la ciudad persa de Shiraz y desde allí, con fenicios o cruzados habría llegado a La Galia, aunque otro sector defiende su origen francés, debido a su gran implantación de viñedo en el centro y parte meridional del país. También en el denominado ‘Nuevo Mundo’ (Australia y Nueva Zelanda principalmente) se han obtenido muy buenos resultados.
Actriz secundaria y protagonista
Sin embargo, en España ha ido durante siglos de ‘secundaria’, una mera acompañante de otras uvas más poderosas como la garnacha o la cariñena e, incluso, la monastrell, ya que en todo Levante tuvo una muy buena aclimatación. Actualmente se encuentra prácticamente en toda la España cálida, ya que necesita temperaturas altas y grandes dosis de sol.
Una uva que hace pocos años pasó a ser protagonista, cuando comenzaron a elaborarse monovarietales de syrah, una uva bastante inconfundible en cata. Da vinos de color oscuro, casi violáceo y en nariz es penetrante, fragante y especiada; en boca tiene cuero, ahumados y un característico gusto lejano a alquitrán.
Del cocido a la fabada
Son vinos profundos y con volumen, pero sin embargo no demasiado recios y, para su armazón, poseen un ligero paso en boca. Ésta última característica los hace perfectos para esos guisos tan de invierno que necesitan un compañero que los secunde, aunque nunca con tanta potencia como para hacerle sombra y provocar una armonía vino- plato demasiado poderosa.
Chorizo fresco, carnes, morcilla o panceta… serán muy buenos aliados. La syrah limpia el paladar y hace un buen contraste: fabada, alubias con perdiz, potaje, judías pintas con costillas, callos a la madrileña, migas o unas lentejas con sus sacramentos. Y con el cocido será un acompañamiento estelar: el suave dulzor del garbanzo hará buenas migas con estos vinos. Por supuesto que la syrah va perfecta también con otros alimentos, desde las carnes rojas asadas a los quesos potentes, pero frente a un buen guiso no desmerecerá a ninguna otra variedad de uva. Y siempre le pondrá ese toque original ante tus invitados.
Tres vinos con esta eva
1) Enate Syrah- Shiraz 2016
- Bodegas Enate/ D.O. Somontano
- PVP recomendado: 21,50 euros
El nombre del vino, repitiendo la variedad de uva en sus dos acepciones (también se escribe shiraz), pretende resaltar la pureza e intensidad de lo que contiene en su interior. Y no van desencaminados porque estamos ante un purísimo syrah de viñedo propio, como prácticamente todo lo que elabora Enate, una de las bodegas que abogan por el arte y poseen una de las pinacotecas más valiosas de España. La obra que figura en la etiqueta es del artista Manuel Rivera. Estamos ante un vino de color picota y capa cubierta, con notas a frutas rojas y flores azules y aterciopelados taninos. Persistente, con volumen, pleno.
2) Crápula Gold 2018
- Bodegas Crápula Wines/ D.O.P. Jumilla
- PVP recomendado: 7 euros
Un buen ejemplo de la combinación de uva monastrell ensamblada con syrah en tierras de Jumilla (Murcia). Una espectacular relación calidad- precio para un vino ‘de altura’ (viñedo a 800 metros de altitud) que resulta una delicia: fresco, limpio, vigoroso y sin embargo suave al paladar. Gran expresividad en nariz y con ese paso de boca intermedio entre la cremosidad y la ligereza tan difícil de conseguir. Su elaborador, el jumillano Gabriel Martínez Valero es el propietario de Crápula Wines, donde apuestan por vinos de corte actual, modernos y genuinos, sin perder los orígenes de la tierra donde nacen.
3) Pago Garduña Syrah 2015
- Bodegas Abadía Retuerta/ D.O. Ribera del Duero
- PVP recomendado: 75 euros
Un syrah de uva propia, plantada en unos pagos que representan tan sólo el 10% de la finca, concebida al estilo château. Se crió durante 17 meses en barrica nueva francesa. Intenso aroma a frutas rojas, especias y en boca notas tostadas. Un gran vino que se cobra su expresividad y refinada madurez. Aunque salió al mercado hace dos años, se ha afinado en botella y ha cobrado más vida y sutilidad. Con un precio de venta al público importante. 
