La gente está teniendo menos sexo. Tanto los más jóvenes como los más maduros. En el caso de los millennials, según dos estudios realizados por 'Mumsnet' y 'Archives Of Sexual Behavior', hacen menos el amor que sus padres a la misma edad. Incluso aquellos nacidos después de 1990 que tienen pareja tienen menos relaciones sexuales que sus progenitores cuando tenían su edad.
Esta 'recesión sexual' no es exclusiva de los jóvenes, pues a los adultos de más edad también les sucede. Veamos por qué la gente se está divirtiendo menos en horizontal, independientemente de su edad:
1) Independencia
Jean Twenge, profesor de psicología de la Universidad Estatal de San Diego, asegura que una gran razón es el matrimonio, pero no por la razón que estás pensando.
Cuando las personas son jóvenes y tienen un mayor deseo sexual, es menos probable que vivan con su pareja, así que lo hacen menos
Las personas casadas tienen más relaciones sexuales que las solteras de la misma edad. Es lógico: lo tienen en casa y no tienen que salir a buscarlo. Los casados o emparejados tienen más sexo de sus compañeros solteros porque (casi) siempre que quieren pueden acostarse con alguien que está dispuesto a tener relaciones con ellos.
"Cuando las personas son jóvenes y tienen un mayor deseo sexual, es menos probable que vivan con su pareja, así que hay una mayor proporción de veinteañeros que no tienen sexo", dice Twenge, recoge 'Time'.
2) Excesivo consumo de porno
Algunos neurocientíficos han argumentado que para algunas personas el consumo excesivo de pornografía puede reacondicionar los circuitos de activación del cerebro, haciendo que les excite más lo que ven a través del ordenador que en la vida real.
3) Demasiado iguales
Los hombres y las mujeres cada día somos más parecidos, sobre todo los jóvenes. Esta nueva dinámica de género está generando que las personas no encuentren atractivos a sus opuestos, revela un estudio publicado en la 'American Sociológica Review' en 2012.
Mientras más parecidos sean los hombres y las mujeres, menos interés tenemos los unos por los otros
Esta investigación examinó la frecuencia sexual y la distribución de tareas, y señaló que "los hogares en los que los hombres realizan más trabajo tradicionalmente masculino y las mujeres más trabajo femenino, reportan una mayor frecuencia sexual".
El secreto de la química sexual, sugiere el estudio, recaía en no salirse de sus estereotipos de género. Así se deduce que mientras más parecidos sean los hombres y las mujeres, menos interés tenemos los unos por los otros.
4) Depresión
La depresión es una de las epidemias del mundo moderno. Esta enfermedad afecta a más de 300 millones de personas en todo el mundo. Y, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), España es el cuarto país de Europa con más casos, pues afecta a más de dos millones de personas en nuestro país.
La depresión, y los medicamentos que se recetan a los que la padecen, recuden casi al completo el deseo sexual, pues reducen drásticamente la libido.
5) Estrés y agotamiento
Cuando nos encontramos con la pareja ya es tarde y estamos agotados de todo el día, lo que disminuye notablemente nuestro deseos sexual. De hecho, solo con pensarlo nos cansamos. Esta es la principal razón por la que muchos terapeutas estén empezando a recomendar el sexo matutino.
Si queremos salir de la 'recesión sexual', parece que no nos quedará otra que comenzar a tener relaciones por las mañanas
Esta idea les gustará más a ellos que a ellas, pues las mujeres no son muy 'mañaneras': el organismo femenino aún se encuentra adormecido a primera hora, ya que el nivel de melatonina, la hormona del sueño, es más alta por la mañana que la de los varones, quienes al despertar tienen las hormonas sexuales disparadas. Por ello, para ellos la franja que va de las 6 a las 9 de la mañana es la mejor para dar rienda suelta a su pasión.
Si queremos salir de la 'recesión sexual', parece que no nos quedará otra que comenzar a tener relaciones por las mañanas.
Estas son las principales razones que explican por qué estamos haciendo menos el amor. ¿Estás de acuerdo? ¿Cómo te va a ti, lector?