La vida amorosa puede ser maravillosa… pero también un desastre. Hay personas que encuentran al amor de su vida a la primera, pero son muchas (la mayoría), las que tienen que intentarlo una y otra vez (si es lo que quieren, claro) para conseguir dar con su ‘media naranja’ o con alguien con quien de verdad sientan que quieren compartir sus días para siempre.
En algunas ocasiones, incluso sentimos que podemos estar haciendo ‘algo mal’ para que todas nuestras citas no vayan más allá o para que siempre demos con personas que no nos convienen o que nos meten de lleno en relaciones tóxicas y que lo único que nos aportan son quebraderos de cabeza y problemas. Por supuesto que no es ‘obligatorio’ ni necesario tener pareja para ser feliz y saber estar solo es igual de bonito y enriquecedor que vivir con alguien a nuestro lado, pero si lo que deseas es vivir una relación que te aporte, te complemente y te haga la vida (todavía) más feliz debes tener en cuenta algunos pequeños detalles.
¿Te conoces bien?
Podemos pensar que sabemos todo de nosotros mismos, pero la vida nos sorprende cada día y hay situaciones que nos ponen a prueba y nos hacen descubrir sentimientos o formas de actuar que quizá desconocíamos antes. No trates de buscar en ti lo que tienen los que están a tu alrededor y de igual modo, no intentes buscar para ti una relación como la de tus padres o tus amigos. Cada persona y cada relación amorosa es un mundo y lo que es bueno para otros, puede que a ti no te haga feliz.
Por eso, debemos buscar en nuestro interior qué es lo que queremos y, muy importante, lo que no queremos en una pareja. Pasa tiempo contigo mismo, descubre qué buscas en una relación y aprende a estar solo y disfrutar de tu compañía. No siempre hay que tener a alguien al lado en el sofá para ser feliz.
Trabaja la seguridad
Como decíamos antes, hay ocasiones en las que pensamos que nosotros hacemos algo mal para no encontrar a una persona que se ajuste a nuestros deseos. También a veces nos ‘quejamos’ de que solo encontramos a nuestro paso a personas tóxicas. Esto es un problema de inseguridad que conviene trabajar tanto uno mismo como, quizá, con un terapeuta.
Valórate y date la importancia que tienes. Haz que los demás te respeten como eres y siéntete libre para establecer las relaciones que quieras siempre que no te hagan daño. Nadie es perfecto y ninguna relación lo es por mucho que algunas parejas lo parezcan o intenten hacer ver.
Plasma tus sentimientos
Según el libro del psicólogo Richard Wiseman, '59 segundos. Piensa un poco, cambia mucho', dedicar tiempo a escribir en un papel lo que sentimos por la otra persona o cómo estamos viviendo una relación, es una de las claves del éxito. Según Wiseman, los que hacen esto tienen un 20 por ciento más de probabilidades de lograr una relación más sana, duradera y feliz.
Comparte lo que buscas
Muchas veces, y más con el auge de las app para conocer gente, cuando quedamos con alguien tenemos objetivos vitales y personales que nunca van a encontrarse. Como dato, España es el tercer país del mundo que más utiliza internet para buscar una relación, solo por detrás de Estados Unidos y Brasil, estudio de Semrush.
Generar falsas expectativas es lo peor que podemos hacer. Intenta hablar con esa persona antes de quedar con él (si la has conocido por una de esas apps) o cuando tengas una cita trata de conocer qué busca en una pareja, si quiere algo más serio o si por el contrario solo busca diversión.
Si estáis en el mismo punto, inténtalo (no siempre funcionará, claro), sino, es mejor quedar como amigos para que al final ninguno de los dos sufráis. La comunicación es fundamental tanto al inicio de una relación como cuando ya está consolidándose.
Olvida el pasado
Seguir pensando en lo que pudo haber sido y no fue no sirve para nada y únicamente te hará daño. Cuando tengas una cita, disfrútala y no se te ocurra hablar de esa relación que te hizo sufrir y mucho menos si aún te duele. A nadie le gusta tener una primera cita en la que solo se hable de problemas y ex parejas, te lo aseguramos. Por supuesto, esa persona ‘nueva’ en tu vida no es culpable del sufrimiento que otra haya podido causarte.
Tómate tu tiempo si acabas de salir de una relación que no ha terminado bien. Haz cosas que te hagan sentir bien y disfruta de los pequeños momentos junto a la gente que te quiere. Primero sana las heridas del pasado para vivir el presente con positividad y buena energía.
No te conformes
Hay personas que creen que más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer. ¡Error! Si una relación te hace daño, no te deja ser tú mismo o no hay respeto mutuo, sal corriendo. No hay que conformarse solo por el hecho de no querer estar solo. Seguro que hay alguien mejor ahí fuera a la que estás por encontrar cuando menos te lo esperes.
No te obsesiones con tu vida amorosa
Hay cosas que por mucho que se deseen, no son fáciles de conseguir, y una de ellas es el amor. Si dejas que una relación infructuosa se apodere de tus pensamientos, estarás perdido. Las desventuras amorosas no deben centrar tu día a día ni ser tu prioridad, ya que podría terminar afectando a otras facetas de tu vida como la familia o el trabajo. Hay que afrontar estas situaciones con optimismo y pensando que si no salió bien es porque no era ni el momento ni la persona adecuada.
Sé feliz con lo que tienes y disfruta de tu familia, tus amigos, las aficiones que te hacen sentir bien y hasta de las pequeñas alegrías del trabajo, que seguro que las hay. Si uno se siente bien, tendrá más fácil atraer cosas buenas.