Los padres somos responsables del uso que hacen nuestros hijos menores de internet, pero si nos convertimos en sus policías digitales, nos engañarán en cuanto nos demos la vuelta. Borja Adsuara, abogado experto en Derecho Digital, inaugura los “Diálogos sobre la sociedad digital”, un ciclo de conversaciones sobre el impacto de la digitalización en la sociedad que ha organizado laFundación Mutua Madrileña, con el objetivo de animar a reflexionar sobre la revolución digital y su transformación en el entorno familiar.
En el primer capítulo de esta serie, “El impacto de la sociedad digital en la vida familiar”, disponible ya en el canal de video la Fundación Mutua Madrileña, Borja Adsuara, habla con María Zabala (@mzabala en IG y @iWomanish en Twitter), periodista especializada en ciudadanía digital, sobre los derechos de los menores, pero también de sus deberes, y de lo que deberíamos poder esperar de las plataformas de internet para que verifiquen y controlen más las edades de los usuarios menores y, en su defecto, confiar en que las futuras leyes les sancionen debidamente.
En su conversación con María Zabala, Borja Adsuara nos abre los ojos sobre varios asuntos que preocupan a los padres y nos regala una serie de recomendaciones muy prácticas para el día a día en el entorno familiar digital: “Nos preocupamos de que nuestros hijos no sean víctimas de un delito pero no nos ocupamos de saber si es nuestro hijo quien está haciendo ciberbulling a un compañero. Así que es fundamental que les vigilemos, no solo para protegerlos sino para proteger también a otros niños de nuestros hijos”.
Naturalidad, implicación y comunicación sería la fórmula mágica que Borja ofrece a cualquier familia que esté afrontando el cambio que la nueva sociedad digital ha provocado a la vida familiar: “Naturalidad porque ya estamos inmersos en la era digital y hay que aceptarlo; implicación, como padres, porque igual que no dejamos la educación de nuestros hijos en manos de otros, tampoco debemos dejar el asunto digital en manos de las empresas de internet; y comunicación para no convertirnos en los policías digitales de nuestros hijos y acabar prohibiéndoles el uso de las redes. Es bueno que los niños sepan que tanto si tienen un problema en el entorno físico como en el digital siempre estaremos ahí, aunque sean ya mayores de edad”.
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