España le debe mucho al turismo. Una industria que está en el ADN de nuestro tejido empresarial y que, por muchas razones, forma parte de nuestra identidad como país. Puede sonar a tópico, pero clima, playas, patrimonio histórico y cultural, gastronomía, el carácter abierto y amigable de los españoles y, especialmente, la calidad de nuestras infraestructuras y empresas turísticas convierten a España en uno de los destinos más apetecibles del mundo y en una potencia turística de primera magnitud. Y aunque en ocasiones se pueda echar en falta una mayor diversificación de las actividades económicas hacia otro tipo de industrias que reduzcan nuestra ‘dependencia’ del turismo, nadie puede restarle ni un ápice de valor a un sector estratégico que representa más de 12% de P.I.B nacional y emplea a un 13,1% de la población activa en España.
A pesar de esta condición de baluarte de nuestra economía, el sector turístico ha sido también uno de los más afectados por la pandemia de la Covid-19. Las restricciones de movilidad y las medidas de seguridad hicieron mella en una industria compuesta por muchas medianas y pequeñas empresas que lo han pasado muy mal durante todo este periodo. El año 2020 fue catastrófico en cifras, con caídas en el número de visitantes extranjeros de un 75% respecto a los niveles prepandemia. Unos registros paupérrimos que en España no se daban desde finales de los años 60. “Han sido dos años muy duros, con muchos negocios cerrados e inactivos”, confirma Pere Casas, director de Negocio Turístico-Hotelero de Banco Sabadell.
El año 2020 fue catastrófico en cifras, con caídas en el número de visitantes extranjeros de un 75% respecto a los niveles prepandemia
Muchas empresas, especialmente, las pymes, acusaron el golpe y tuvieron que echar el cierre. Según estimaciones de Hostelería de España, solo en el ramo de la restauración podrían haber cesado sus actividades del orden de 100.000 establecimientos. Pero en nuestro país el sector turístico está muy consolidado y tiene, además, un gran espíritu de lucha. Una capacidad de resiliencia que le permite reinventarse y resurgir una y otra vez. “En el verano de 2021 ya mostramos señales de fortaleza, que se alargaron hasta otoño. Después, la llegada de Ómicron detuvo un poco esta tendencia al alza, pero estamos esperanzados en que en 2022 podamos darle un impulso definitivo al sector y sea un año muy bueno para el turismo”, confía Casas.
Para este especialista, la recuperación de la actividad turística es en estos momentos una prioridad para la economía española, y no solo por las propias empresas y profesionales que trabajan en ella, sino por su condición de sector clave y con capacidad para actuar como locomotora que tire de otros muchos. “La recuperación del sector es una pieza importante para la reactivación económica del país”, confirma.
Apoyando al turismo en su reactivación
Para ayudar a reactivar este pulmón de la economía española, desde la división especializada en Turismo de Banco Sabadell se ha puesto en marcha una estrategia basada en tres pilares fundamentales: “asesoramiento experto, catálogo de soluciones y, sobre todo, agilidad de respuesta”, resume Pere Casas.
Una de las prioridades de esta unidad de negocio del Banco Sabadell ha sido ayudar a sus clientes a parar el golpe que ha supuesto la pandemia. Para ello, la atención especializada y personalizada ha sido esencial. “Nuestro trabajo se ha centrado en desarrollar un plan de acompañamiento especialmente dirigido a nuestra cartera de clientes, ofreciéndoles la mejor solución adaptada a sus necesidades, pues la situación de cada cliente es singular”, destacan desde el banco.
La amplia cartera de productos específicos del banco para hoteles, restaurantes o compañías de alquiler de vehículos facilitan soluciones a la medida de cada tipo de negocio turístico
Esta misión ha implicado un análisis pormenorizado y realizado mano a mano con el propio cliente para estudiar su situación particular. “Le hemos ayudado a hacer un diagnostico y a establecer un plan de acción”, explica Casas. Un plan que abarca medidas que van desde las más conservadoras, como renegociar las carencias o moratorias, hasta la inyección de financiación –incluyendo las líneas ICO–, o fórmulas de mayor calado, como la sustitución de operadores, venta de unidades productivas o desinversión en determinados activos.
La amplia cartera de soluciones de las que dispone el banco, con productos específicos como seguros y líneas de financiación para hoteles, restaurantes o compañías de alquiler de vehículos, facilitan la posibilidad de aportar soluciones a la medida de cada necesidad y tipo de negocio turístico y de una forma muy ágil. “Tenemos un amplio catálogo especialmente en financiación, que nos ayuda a participar en compra venta de hoteles, reformas, mejora de imagen corporativa o en proyectos relacionados con sostenibilidad y eficiencia energética”, destaca Pere Casas.
Mirando hacia el futuro
El sector mira hacia el adelante con renovado optimismo, como ha quedado patente en FITUR, la gran cita internacional del turismo mundial, celebrada hace unas semanas en Madrid, Las previsiones hablan de una recuperación que podría llegar al 87% de los niveles de 2019 en este mismo año. “Todos tenemos muchas ganas de salir de vacaciones y de aprovechar nuestro tiempo libre, y esto es una oportunidad que hemos de aprovechar para impulsar el sector y todos los proyectos que tenemos encima de la mesa”, comenta el director de Negocio Turístico-Hotelero de Banco Sabadell.
Sin duda, la pandemia ha supuesto un punto de inflexión para este importante motor de actividad económica. Y no solo en el apartado negativo. También representa una oportunidad para modernizar y adaptar los negocios turísticos a un nuevo escenario global marcado por elementos como la sostenibilidad o la digitalización. En ese sentido, la llegada de los fondos de recuperación NextGeneration EU abre una ilusionante puerta hacia el futuro para muchas empresas turísticas, que podrían resurgir aun con más fuerza en un escenario post-pandemia. En esa senda, Banco Sabadell tiene abierta una línea de asesoramiento a empresas que les ayuda a identificar estas oportunidades y a solicitar estos fondos europeos.
Las inversiones en proyectos del sector turístico son otro apartado que, tras el drástico parón de los últimos dos años, podría empezar a remontar en este 2022. Desde Banco Sabadell creen que los próximos años se presentan llenos de posibilidades. Pere Casas: “El apetito inversor está ahí, y nosotros vamos a seguir siendo un actor principal en la financiación de operaciones. Tanto de los inversores institucionales como de las que lleguen por parte de cadenas hoteleras, que aprovecharán oportunidades que hasta ahora eran impensables, y que por selección natural se van a dar”.
Con “S” de sostenibilidad
Banco Sabadell acaba de suscribir un acuerdo de colaboración con el Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE) para el desarrollo e implantación de una nueva Especificación Técnica y la Marca S para el sector turístico. La nueva especificación de ICTE tiene como objetivo facilitar a las empresas, productos y destinos turísticos la implantación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU en el sector. La medida se completa con certificación Marca S, que garantiza mediante auditoría independiente el cumplimiento de los requisitos establecidos.
El acuerdo incluye la promoción de Especificación mediante la celebración de diferentes jornadas informativas en distintas ciudades españolas, así como en medios de comunicación y redes sociales. Además, Banco Sabadell proporcionará un acompañamiento con soluciones de financiación sostenibles que posibiliten a los diferentes subsectores avanzar en los retos de la certificación, y en su conjunto, impulsar su transición hacia una economía sostenible.