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7 cosas que debes saber sobre las alternativas sin humo y la ciencia que las avala

Es fundamental que todos los fumadores adultos conozcan y tengan acceso a toda la información basada en ciencia alrededor del hábito de fumar y las alternativas al cigarrillo para que puedan tomar decisiones informadas

¿Sabías que la prevalencia del hábito de fumar se mantiene en España por encima del 30% de la población y que desde hace unos años es una cifra que se ha mantenido prácticamente estable? En nuestro país todavía hay 8.822.400[1] fumadores, es decir, millones de personas que eligen la opción más dañina de consumir tabaco y nicotina: el cigarrillo. 

Por supuesto, la mejor opción para cualquier fumador será siempre dejar por completo los productos de tabaco y nicotina, o no haber empezado nunca. Pero es fundamental que aquellos adultos que de otra forma seguirían fumando, tengan acceso a información veraz basada en evidencia científica sobre las alternativas al cigarrillo que tienen a su disposición. Pero a la vista de la gran desinformación que sigue existiendo entre la población general sobre este tema y a fin de favorecer el debate público sobre el papel que pueden jugar estas alternativas en la salud pública, te contamos los datos más relevantes de las mismas.

7 datos sobre las alternativas sin humo que tal vez no sabías

1.- Las alternativas al cigarrillo: no queman y no generan humo

Su diferencia más relevante al respecto de los cigarrillos es que no se produce combustión. Cuando encendemos un cigarrillo, se quema el tabaco y se alcanzan temperaturas altísimas, derivando en la producción de cientos de sustancias tóxicas. Sin embargo, al no quemar y solo calentar, estas alternativas reducen de manera significativa los niveles medios de sustancias químicas nocivas en comparación con el cigarrillo, y generan un vapor o aerosol distinto al humo de éste. Por supuesto, debe analizarse la evidencia científica existente caso por caso.

Es importante recordar que estas alternativas no son inocuas y que su uso conlleva la inhalación de nicotina, que es adictiva. 

Científica trabajando en El Cubo, centro de I+D de PMI en Suiza.

2.- No todas las alternativas libres de humo son iguales  

Aunque estos productos no queman, la realidad es que las alternativas sin humo no son todas iguales. Por ejemplo, los dispositivos de calentamiento de tabaco, como su nombre indica, calientan tabaco real dentro de un rango de temperatura específico; mientras que los cigarrillos electrónicos (también conocidos como vapeadores o vapers), calientan una solución líquida que puede contener nicotina[1] agregada y otros componentes. 

3.- Alternativas con nicotina, pero sin combustión

Así es. La nicotina es uno de los factores, junto con el sabor y el ritual, que desempeña un papel importante en el cambio de los fumadores adultos de los cigarrillos a las alternativas sin humo. Para cambiar por completo, los fumadores tienen que encontrar en estos productos sustitutos aceptables a los cigarrillos.

La mejor opción para cualquier fumador será siempre dejar por completo los productos de tabaco y nicotina, o no haber empezado nunca

4.- La nicotina no es la principal causa de las enfermedades relacionadas con fumar

La nicotina se encuentra de manera natural en la planta del tabaco, y aunque es adictiva y no está exenta de riesgo, no es la principal causa de enfermedades relacionadas con el hábito de fumar. La evidencia científica nos demuestra que son los elevados niveles de sustancias químicas dañinas que se encuentran en el humo del cigarrillo encendido. 

5.- Los dispositivos de calentamiento de tabaco se utilizan con tabaco real, pero son diferentes a los cigarrillos 

Aunque estas alternativas se utilizan con tabaco real, la clave está en que no lo queman, sino que solo lo calientan, gracias a un sistema electrónico de control de temperatura. Por el contrario, al encender un cigarrillo, la temperatura se eleva por encima de los 600° C, y son estas temperaturas extremas las que generan el humo y la ceniza, así como la liberación de altos niveles de sustancias químicas dañinas para la salud.

7 cosas que debes saber sobre las alternativas sin humo y la ciencia que las avala
Hola de tabaco.

6.- Ni los dispositivos de calentamiento de tabaco ni los vapeadores producen humo

Ambas alternativas emiten una suspensión de finas partículas líquidas y/o sólidas en un gas (normalmente aire). En el caso de los cigarrillos electrónicos, lo que se libera es vapor, y los dispositivos de calentamiento de tabaco, se trata de un aerosol.

Es cierto que los cigarrillos tradicionales emiten humo, que es un aerosol, sin embargo, su composición es muy distinta, ya que contiene miles de sustancias químicas, de las cuales un centenar se han identificado como dañinas o potencialmente dañinas. 

7.- Las alternativas sin humo son mejores opciones que seguir fumando y tienen el potencial de reducir drásticamente las ventas de cigarrillos

Este tipo de alternativas no están libres de riesgo, sin embargo, se posicionan como una mejor opción al cigarrillo cuando las avala la evidencia científica y se someten a una regulación que garantice su calidad y seguridad. Estas alternativas, además, están dirigidas únicamente a adultos que de otro modo continuarían fumando.

Hay que tener en cuenta que, a pesar de los esfuerzos de los gobiernos en las medidas tradicionales de control del tabaquismo (de prevención y cesación), en el mundo hay más de 1.000 millones de fumadores, y las estimaciones de la OMS apuntan a que esto no cambiará de forma significativa en los próximos años. 

Para este grupo de personas que de otra manera van a seguir fumando, existe una tercera vía: las políticas de reducción del daño a través del uso de alternativas con nicotina, pero libres de combustión y de humo. Sin embargo, para que estas alternativas consigan eventualmente tener un impacto en la salud pública, tienen que cumplir los siguientes criterios: debe haberse demostrado científicamente que son significativamente menos nocivas que los cigarrillos y deberían ser suficientemente satisfactoria para los fumadores adultos.

Contenido patrocinado por Philip Morris Spain

(1) La nicotina es una sustancia adictiva presente de manera natural en la hoja de tabaco. Aunque no es la principal causa de las enfermedades relacionadas con el hábito de fumar, no es inocua y está contraindicada para determinados perfiles (menores, embarazadas, lactantes, diabéticos, personas con hipertensión o insuficiencias cardiacas).

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