El Buscón

Moncloa suspende el primer examen de ahorro energético: 26º en Palacio

El Gobierno está convencido de que las administraciones públicas deben dar ejemplo. Ni un solo miembro del Gobierno lleva corbata desde que se la quitó el propio presidente

  • Temperatura en la sala de prensa de Moncloa. -

Moncloa suspendió este lunes su primer test de ahorro energético el día en el que aprobó el decreto que fija los 27 grados en interiores en verano para el sector público y comercios, grandes superficies, cines, teatros, estaciones, aeropuertos, hostelería y centros de distribución. La prueba del algodón de la ejemplaridad con la que las administraciones públicas deben actuar arrojó 26,6 grados en la sala de prensa en la que el Ejecutivo dio cuenta de las medidas del decreto.

El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, que apareció sin corbata para contribuir a ese ahorro dictado por el presidente del Gobierno, pasó algo de calor según se desprendió de las gotas de sudor que aparecieron en su frente. El Ejecutivo avisa a los españoles de que deben "acostumbrarse al abanico", según reconoció una alta fuente gubernamental.

Hay que acostumbrarse al abanico

Lo cierto es que desde que Pedro Sánchez instó a guardar las corbatas en los armarios, ni un solo miembro del Gobierno y de Moncloa, en general, lleva el lazo atado al cuello. En verdad, el termómetro de Moncloa acaparó todas las miradas de los periodistas y los focos de los reporteros gráficos, interesados en saber si el Gobierno cumpliría o no sus propias medidas en su propia casa. Pero no lo hizo por 0,4 grados.

El consejo se celebró a las 17.00, pero los ministros no comparecieron en rueda de prensa hasta pasadas las 21.00, cuando en Madrid aún había 34 grados. El ambiente estaba caldeado por la tardanza un 1 de agosto, con medio país de vacaciones. Desde el Gobierno ya se avanzó hace algunas semanas que trabajaba en este plan de ahorro energético que incluía el fomento del teletrabajo en el ámbito público y un uso más eficiente del aire acondicionado y de la calefacción en los edificios públicos, lo que se extendería como recomendación al sector privado. 

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