Cuando un abejorro recorre el jardín de flor en flor va acumulando lentamente una carga de polen en su abdomen y en sus patas que puede alcanzar la mitad de su propio peso. El equipo de Andrew M. Mountcastle ha realizado una serie de experimentos con estos insectos para determinar hasta qué punto esta sobrecarga puede condicionar sus habilidades de vuelo y modificar sus costumbres.
Los resultados se publican esta semana en la revista PNAS e indican que los abejorros ven condicionado su vuelo por la carga pero, sorprendentemente, mejora su estabilidad. Los autores del trabajo fabricaron una serie de cargas artificiales para experimentar en el laboratorio y filmar los patrones de vuelo de las abejas con distintas condiciones de viento. Los insectos eran atraídos hacia una flor de señuelo con nada de aire, poco aire y mucho aire.
Lo que indican los resultados es que los abejorros más cargados en las patas realizaban movimientos más lentos, lo que sugiere que este peso les estabiliza. Su capacidad para posarse sobre una flor en movimiento empeoraba, lo que indica, a juicio de los científicos, que esta carga también les resta capacidad de maniobrar en el aire.
Con estos datos, los autores creen que pueden analizar algunos comportamientos de estos polinizadores en la naturaleza y tener más información sobre las estrategias de recolección de polen que eligen en cada momento, un dato importante teniendo en cuenta su papel crucial para la reproducción de muchas plantas.
Referencia: Nectar vs. pollen loading affects the tradeoff between flight stability and maneuverability in bumblebees (PNAS) doi/10.1073/pnas.1506126112