Cada vez comprendemos mejor las decenas de factores y relaciones que contribuyen a moldear el clima y se ven afectados por el calentamiento global. El último descubrimiento lo publica el equipo de Betty Croft en Nature Communications, donde desvela la curiosa relación entre los excrementos de las aves en el Ártico y la formación de nubes.
Los autores del estudio han utilizado una combinación de observaciones y modelos computacionales para determinar la relación entre el comportamiento de las colonias de aves marinas y la formación de nubes. Su conclusión es que existe una relación entre la posición y actividad de estas colonias y que las partículas de amoníacos que emergen del guano contribuyen a un proceso llamado nucleación y que da lugar a la formación de nubes.
Croft y su equipo aseguran que aunque estas partículas se concentran alrededor de las colonias, también se expanden por todo el Ártico favoreciendo esta formación de nubosidad, que a su vez refleja más luz del Sol y favorecen la bajada de la temperatura. Aunque el efecto es demasiado pequeño, advierten, para contrarrestar el calentamiento producido por las actividades humanas.
Referencia: Contribution of Arctic seabird-colony ammonia to atmospheric particles and cloud-albedo radiative effect (Nature Communications) DOI 10.1038/NCOMMS13444