No tienen tanta fama como los chimpancés o los delfines, pero las cacatúas de las Tanimbar (Cacatua goffiniana) se encuentran entre las criaturas más inteligentes de la naturaleza. El investigador español Antonio José Osuna Mascaró, que trabaja desde hace años con estos animales en el Instituto de Investigación Messerli de la Universidad de Medicina Veterinaria en Viena, sabe muy bien de lo que son capaces. “Son el único animal, junto con los chimpancés, al que se ha visto utilizar un kit de herramientas”, explica a Vozpópuli.
Durante los últimos tres años, Osuna y su equipo han trabajado con estos animales para tratar de comprender mejor cómo funciona la innovación en la naturaleza. En su caso, le interesa particularmente el uso de herramientas asociativas, una capacidad de la que hay muy pocos ejemplos documentados y que consiste en combinar de varias herramientas para alcanzar un objetivo. Pero, ¿cómo diseñar un experimento para comprobar si estas aves pueden hacer algo parecido?
La idea se le ocurrió en su camino diario al laboratorio, que pasa a través de un campo de golf. “El laboratorio está en mitad de un bosque y tengo que atravesarlo”, explica. “Suelo ir recogiendo bolas que encuentro en el camino, y estaba dándole vueltas al problema del experimento cuando me dije: ¿y si diseño un campo de golf para cacatúas?”.
En un trabajo publicado este jueves en la revista Scientific Reports, Osuna muestra el resultado de una serie de experimentos con las cacatúas tras aprender a resolver un puzzle en el que para obtener la recompensa debían utilizar un palo y golpear una pelota, combinando diferentes habilidades. “Hay una bola y un palito, con dos plataformas colapsables a ambos lados que dan acceso a la recompensa”, describe el científico. “Las cacatúas no tienen ni idea de cómo funciona y lo primero que hacen es estudiar la caja, ven el alimento y buscan posibles puntos débiles para acceder a él sin tener que esforzarse. Cuando ven que no pueden destruir la caja empiezan a estudiarla con los objetos que tienen alrededor y prueban cosas”.
Las cacatúas tienen que ir empujando la bola por el green hasta llevarla al sitio correcto
La bola solo entra por una parte y cae en una zona rugosa que imita el green de un campo de golf, explica el científico, de modo tienen que ir empujando la bola por el green hasta llevarla al sitio correcto donde colapsar la plataforma. Lo que vieron tras varios días de experimentos le sorprendió incluso a él, que está acostumbrado a las proezas de estas aves. “Los chimpancés y los monos capuchinos tardan años en dominar estas técnicas”, asegura. “Las cacatúas lo aprendieron en un unas pocas sesiones”.
El Tiger Woods de las cacatúas
Este juego que recuerda al golf es un gran desafío para cualquier animal capaz de usar herramientas, ya que no solo requiere una forma sofisticada de uso asociativo de herramientas, sino que las relaciones espaciales entre los objetos deben ser extremadamente precisas y los animales deben apuntar mientras al mismo tiempo atienden a la cambiando las relaciones espaciales entre las dos herramientas, el objetivo y su propio cuerpo.
“Lo que vimos fue que tres de las ocho cacatúas descubrieron cómo usar el palo para llevar la bola hasta el hoyo correcto y asegurar una recompensa, una verdadera demostración de innovación de herramientas a un nivel muy alto”, explica Osuna. Una de ellas, Fígaro (una cacatúa tan inteligente que está considerada un genio por los investigadores) dio con la solución al final de su primera sesión, que duraban diez minutos. O sea, que no solo “juega” bien al golf, admite Osuna divertido, sino que es una especie de Tiger Woods de las cacatúas.
“Nunca falló”, explica el investigador. “Y no solo eso. En la segunda sesión encontró otro truco para el que no necesitaba “jugar al golf” y usó el palo para colapsar la plataforma haciendo palanca sin combinar ambas herramientas”. “Casi me hunde el experimento”, reconoce. “Por eso en los vídeos me verás sujetando la caja por arriba y haciendo presión para que no aplique el atajo”.
Inteligencia y versatilidad
Uno de los aspectos más interesantes de este nuevo trabajo es que muestra la versatilidad de estas aves a la hora de buscar soluciones. “Las tres cacatúas dieron con la solución utilizaron técnicas completamente diferentes”, explica Osuna. “Es muy interesante porque a diferencia de los cuervos de Nueva Caledonia que - por así decirlo- trae esta capacidad “de serie”, las cacatúas aprenden como nosotros, por juego, por combinación de objetos. Uno de los pájaros manejó el palo mientras lo sostenía entre los mandíbulas, otra lo sujetó con la punta del pico y la lengua y la tercera empleó su garra, de manera similar a como lo haría un primate.
“Las tres cacatúas dieron con la solución utilizaron técnicas completamente diferentes”
Otro detalle interesante es que las tres aves tuvieron clara la estrategia a seguir en cuanto resolvieron el juego y en las siguientes pruebas fueron directamente a abrirlo, en tiempos muy cortos. “Fígaro tiene un récord de seis segundos”, explica el biólogo español. “Todas tardaban poquísimo en resolverlo, lo que quiere decir que, de todas las secuencias de movimientos que tuvieron que utilizar cuando tardaban diez minutos, fueron capaces de recordar solo las que fueron útiles y destilarlas para resolver el juego en muy poco tiempo”.
Para Osuna, la importancia de este resultado radica en que “es la primera vez que se descubre este conjunto de habilidades en aves, que apuntan a una convergencia evolutiva con los primates”, al tiempo que recalca la importancia de estudiar esta especie para estudiar la innovación en el uso de herramientas. “Nos hemos basado mucho en córvidos, pero estos poseen adaptaciones evolutivas específicas para usar un palito en la naturaleza, pero estas cacatúas no, porque el uso de herramientas para ellas no es necesario para ellas en libertad, de ahí deriva esa capacidad para innovar y ser flexibles, lo que las hace más parecidas a nosotros”.
"Creo que estudiar a qué relaciones espaciales prestan atención los animales y cómo las usan para permitir innovaciones de herramientas será clave para obtener una mejor comprensión de la evolución de la tecnología”, añade Alice Auersperg, coautora del estudio y jefa del Laboratorio Goffin donde se han llevado a cabo los experimentos. Y comprendiendo mejor cómo son capaces de innovar los animales quizá entendamos mejor cómo lo hacemos nosotros.
Referencia: Innovative composite tool use by Goffin’s cockatoos (Cacatua goffiniana) (Scientific Reports) DOI: 10.1038/s41598-022-05529-9