Ciencia

Coronavirus de Wuhan:  ¿Qué significa el número Ro que a todo el mundo asusta?

Este número indica cuántas personas son susceptibles de ser contagiadas en promedio por un solo infectado. Pero interpretarlo no es tan fácil. El catedrático Ignacio López-Goñi explica las claves.

  • Ascienden a 132 lo muertos por el brote del nuevo coronavirus y a casi 6.000 los afectados en China

Para entender cómo se propaga una epidemia en una población hay que tener en cuenta tres tipos de individuos: los susceptibles que pueden contraer la infección, los que ya están infectados y los que se han recuperado y ya no son susceptibles de enfermar (porque se han curado, los hemos vacunado, ... o se han muerto). Para determinar si estamos ante una epidemia o no, no solo basta con saber el número de infectados en un momento dado, sino también el número de individuos susceptibles a enfermar. Para evitar la epidemia hay que controlar el número de susceptibles de contagio y realizar tratamientos eficaces que aumente el número de recuperados. Hay distintos modelos matemáticos para estimar cómo evolucionan estos tres tipos de individuos durante una epidemia y explicar y predecir el comportamiento de los agentes infecciosos.

 Un aspecto importante es si realmente estamos ante una epidemia o no. Para eso se calcula matemáticamente un coeficiente, que se denomina Ro, número (básico) de reproducción. Este número contiene la información de cuántos susceptibles son contagiados de la enfermedad en promedio por un solo infectado. Por ejemplo, si Ro es igual a 3, significa que un infectado es capaz de producir tres nuevos infectados, y cada uno de ellos, a su vez, podrá infectar a otros tres, y así sucesivamente. Cuanto mayor sea ese número, más transmisible será esa enfermedad. Para que aparezca un brote epidémico, Ro debe ser mayor que 1. Si Ro es inferior a 1, no hay epidemia, la enfermedad no se propaga y no supondrá un problema para la población.

Infografía: La capacidad de contagio del coronavirus | Statista Más infografías en Statista

 Aunque Ro es un concepto fácil de entender, en la práctica, calcular Ro no es fácil, existen distintas fórmulas y modelos matemáticos (SIR, SIS, SIRS, SEIR, MSIR, …).  Ro no es una característica innata del patógeno. Influyen muchos factores: complicaciones de la enfermedad, tiempo de incubación, la existencia de portadores asintomáticas, distribución geográfica, estacionalidad, edad y sexo de los afectados, si hay algún tipo de intervención o no, … Es una herramienta muy útil para los epidemiólogos, pero difícil de interpretar.

Un valor de Ro alto no significa que la enfermedad sea muy grave o que vaya a causar una epidemia

Estas últimas semanas, se han publicado varios valores de Ro para el nuevo coronavirus de Wuhan, el 2019-nCoV, que van desde 1,4 hasta 5,5. Algunos han anunciado que con valores de 5,5 estaríamos ante una hecatombe de proporciones bíblicas. ¿Qué significan estos número exactamente? Pues que el nuevo coronavirus es muy transmisible. Es más transmisible que el Ébola, que tiene valores entre 2 y 3, pero mucho menos que el sarampión o la tosferina, con valores de 12-17; menos que la gripe (2-3) y más parecido a otros virus como el VIH o el SARS (2-5).

También hay que tener en cuenta que un valor de Ro alto no significa que la enfermedad sea muy grave o que vaya a causar una epidemia. Por ejemplo, la gripe (recuerda, Ro = 2-3) causa millones de afectados cada año, pero el SARS (Ro = 2-5) solo afectó a unas 8.000 personas en 2003 y no volvió a aparecer. Además, Ro es un valor promedio. Por ejemplo, si una persona infecta a otras dos, Ro será igual a 2. Pero también será 2 en el caso de que un infectado transmita la enfermedad a 100 personas y otros 49 infectados no lo hagan con nadie. El mismo valor de Ro pero con dos situaciones epidemiológicas muy diferentes. En este último caso estamos antes lo que se denomina un “superpropagador”, personas que, no sabemos muy bien porqué, son capaces de propagar la enfermedad a muchas otras. No todo el mundo propaga la enfermedad de la misma manera, puede depender de la genética, del sistema inmune, de la carga viral, de la virulencia de la cepa, … Un “superpropagador” es una auténtica “bomba de relojería” en una epidemia, por su enorme capacidad de difusión, pero tienen la ventaja de que si se detectan a tiempo es más fácil controlar la extensión de la epidemia. En las epidemias anteriores de SARS, MERS y Ébola se confirmó su existencia. Las autoridades chinas acaban de hacer público la existencia de este tipo de infectados: una persona fue la responsable de transmitir el nuevo coronavirus a otras 16.

China ha anunciado que existe un suprepropagador, una persona que contagió el coronavirus a otras 16

Todavía es muy pronto para hacer especulaciones. Transmisibilidad no es lo mismo que virulencia. Los datos que hay hasta el momento es que nos encontramos ante un coronavirus que se transmite con facilidad, pero con una virulencia no muy alta si lo comparamos con los otros coronavirus SARS y MERS. De momento, más del 98% de los casos han ocurrido en China y el número de fallecimientos no supera el 2,5% del total de casos confirmados. 

* Ignacio López-Goñi (@microbioblog) es catedrático de Microbiología de la Universidad de Navarra.

Más info: The Deceptively Simple Number Sparking Coronavirus Fears. Ed Yong. The Atlantic (28/01/2020)

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