Hace unos días se publicaba la noticia de que la capa de hielo de Groenlandia había adelantado en un mes el comienzo del deshielo. Determinar qué factores concretos están afectando a este fenómeno, más allá de un efecto general del calentamiento global, no es nada fácil pues todo parece indicar que el ciclo del agua en la isla es mucho más complejo de lo que se pensaba. Ahora los resultados que un equipo de investigadores acaba de publicar en Science Advances, abundan en ello, ya que han podido determinar que la capa de hielo es capaz de recapturar el agua que pierde a la atmósfera.
Todo parece indicar que el ciclo del agua en la isla es mucho más complejo
Con una extensión de 1,7 millones de kilómetros cuadrados (casi tres veces y media la superficie de España), y solo superada en tamaño por la placa antártica, la capa de hielo de Groenlandia cubre el 80 % de la superficie del país. Esta capa es una parte fundamental del ciclo del agua del planeta.
Durante el invierno, la nieve que cae sobre las laderas de los glaciares se congela, transformándose en hielo, y el flujo continuo de hielo nuevo fuerza al glaciar a desplazarse y fluir.
En el verano, la parte de la capa de hielo cercana a la costa empieza a derretirse. Pero esto no ocurre en las zonas de interior donde la temperatura muy rara vez supera los 0 ºC debido a su mayor altitud.
Pero, a pesar de todo, el agua que forma el hielo de estas regiones tampoco permanece siempre en forma de sólido. Puede pasar directamente al estado gaseoso, sin pasar por el líquido, en un cambio de fase llamado sublimación.
Los científicos midieron los niveles de vapor de agua a distintas alturas
El equipo de investigadores encabezado por Mark Berkelhammer, de la Universidad de Colorado en Boulder (EE.UU.), lo que ha encontrado es que esa agua perdida por sublimación puede recuperarse. Para llegar a esta conclusión los científicos midieron los niveles de vapor de agua a distintas alturas sobre la superficie mediante espectrometría de absorción por láser.
El mecanismo que proponen se basa en la posibilidad de que el vapor atmosférico condense en las partículas de niebla, que termina cayendo sobre la superficie por gravedad.
Este resultado indica que esta forma de reciclado actúa conservando la masa de la capa y podría ser importante para futuros estudios de la dinámica del sistema de glaciares.
Referencia: M. Berkelhammer et al (2016) Surface-atmosphere decoupling limits accumulation at Summit, Greenland Science Advances doi: 10.1126/sciadv.1501704
* Este artículo es parte de ‘Proxima’, una colaboración semanal de laCátedra de Cultura Científica de la UPV con Next. Para saber más, no dejes de visitar el Cuaderno de Cultura Científica.