El análisis de un diamante hallado en una mina de Botswana y originado a una profundidad de 660 km debajo de la superficie de la Tierra revela que el manto inferior de la Tierra contiene mucha más agua de lo que se pensaba hasta ahora.
Según un trabajo publicado este lunes en la revista Nature Geoscience, en el manto terrestre existe un entorno ampliamente saturado de agua, un descubrimiento que puede mejorar nuestra comprensión del ciclo de aguas profundas de la Tierra.
A veces se hace referencia a la Tierra como un planeta de agua porque los océanos cubren más del 70% de su superficie. Esta agua del océano puede ser transportada por minerales hidratados a las profundidades de la Tierra antes de regresar a la superficie a través de la actividad volcánica, un proceso conocido como ciclo de aguas profundas.
Erupciones y seísmos
Esta agua profunda puede afectar la explosividad de las erupciones volcánicas y la naturaleza de la actividad sísmica y la tectónica de placas. Sin embargo, el muestreo y el estudio del ciclo de aguas profundas de la Tierra ha sido difícil, ya que el pozo más profundo de la Tierra alcanza un poco más de 12 kilómetros de profundidad debajo de la superficie de la Tierra.
Esta agua profunda puede afectar a las erupciones volcánicas y la actividad sísmica
Un estudio reciente aportaba pruebas precisamente de que el magma con mayor contenido de agua tiende a almacenarse más profundamente en la corteza terrestre y que la formación de burbujas de gas a diferentes profundidades le puede dar un impulso adicional durante las erupciones.
Diamante de las profundidades
Para el nuevo estudio, Tingting Gu, Fabrizio Nestola y sus colegas estudiaron un diamante con calidad de gema de la mina Karowe en Botswana que había atrapado y protegido una muestra del manto inferior de la Tierra en su viaje desde una profundidad de aproximadamente 660 km hasta la superficie. Los investigadores han hallado evidencia de ringwoodita y otros minerales y fases hidratados en el diamante, lo que indica que se formó en una región hidratada del manto terrestre.
Las pruebas indican que el diamante se formó en una región hidratada del manto terrestre
Los autores concluyen que el diamante confirma la presencia de agua ligada a minerales hasta 660 km de profundidad en la Tierra, y potencialmente más allá, lo que sugiere una amplia hidratación de esta región.
Referencia: Hydrous peridotitic fragments of Earth’s mantle 660 km discontinuity sampled by a diamond (Nature Geoscience) DOI 10.1038/s41561-022-01024-