En el año 2014 un equipo de la iniciativa “Secrets of the Ice” encontró un esquí previkingo excepcional, de 1300 años de antigüedad bajo el hielo de la montaña Digervarden en Noruega. El esquí estaba completo, incluida la fijación, pero faltaba su pareja. Ahora, después de siete años y gracias al progresivo deshielo de la zona, el arqueólogo Runar Hole y su compañero Bjørn Hessen han encontrado el segundo de los esquís a solo cinco metros de distancia del lugar donde se encontró el primero.
Como explican los autores del descubrimiento en un interesante artículo, la recuperación se produjo el pasado domingo 26 de septiembre tras un laborioso proceso para desatascar el esquí del hielo en el que se encontraba incrustado. Los investigadores retiraron la nieve con palas y usaron un piolet para acceder a la pieza, además de utilizar agua tibia para derretir el hielo que lo mantenía atrapado por la parte inferior.
El momento clave, recuerdan, llegó cuando dieron la vuelta al esquí y apareció la sujeción de cuero que servía para ajustarlo al pie de su propietario. Era el mismo tipo de fijación que en el esquí encontrado en 2014, de modo que se trataba de una pareja que fueron perdidos en algún momento hace 1300 años.
Los esquís mejor conservados
Tras examinarlo detenidamente en el laboratorio, los autores del descubrimiento aseguran que el nuevo esquí mide 187 cm de largo y 17 cm de ancho. Aunque es 17 cm más largo y 2 cm más ancho que el primer esquí, consideran que se trata de la pareja del primero, pero que se ha conservado mucho mejor, probablemente porque estaba entre cuatro y cinco metros más abajo en el hielo.
El nuevo esquí mide 187 cm de largo y 17 cm de ancho y también está hecho de madera de abedul
El esquí está hecho de madera de abedul y tiene una correa de cuero que pasa por el orificio que tiene en la punta, como en el anterior. Hay algunas diferencias sutiles en las tallas en la parte delantera de los esquís, como que la parte trasera del nuevo esquí es puntiaguda, mientras que la parte trasera del esquí de 2014 es recta.
¿Una cobertura de piel?
Una de las incógnitas que ya se planteó tras el hallazgo del primer esquí en 2014 fue si originalmente tenía piel en la parte inferior, como los esquís tradicionales de los habitantes de estas latitudes. Aunque no había orificios de clavos a lo largo de los costados, lo que habría sido una clara señal de la sujeción de la piel, los autores no se atreven a descartar que ambos esquís dispusieran de este material, que también se puede pegar en la parte inferior sin necesidad de clavarlo.
De hecho, en el nuevo esquí ha aparecido un detalle revelador que les llevaría a pensar que sí pudo usarse una cobertura de piel. Se trata de un surco en la parte inferior a lo largo del esquí, muy similar al que se encuentra en otros esquís prehistóricos (y en los esquís de fondo modernos) que podría haber servido para sujetar la cobertura de piel que facilitaría el deslizamiento sobre la nieve.
Por otro lado, los esquís no son idénticos, pero no deberíamos esperar que lo fueran, pues se trata de esquís son hechos a mano, no producidos en serie. Cada uno de ellos tiene un largo historial de desgaste y reparación antes de que un esquiador de la Edad del Hierro los usara juntos y terminaran en el hielo hace 1300 años.
Los esquís prehistóricos con fijaciones preservadas son extremadamente raros y este par de esquís hallados en Digervarden, aseguran sus descubridores, es “el par de esquís prehistóricos mejor conservados del mundo”. El único otro ejemplo de un esquí con una fijación conservada es un único esquí de Mänttä en Finlandia, que es un poco más antiguo que el de Digervarden.
¿Quién fue el dueño de los esquís?
La gran pregunta que queda ahora por responder es ¿quién fue la persona que dejó los esquís y qué pasó? En la zona donde se han encontrado los esquís hay numerosas señales de que los habitantes de la región se dedicaron a la caza de renos, por lo que sería fácil vincularlos a esta actividad. Sin embargo, durante la recuperación del esquí, el equipo notó la presencia de varios mojones en la zona que les lleva a pensar que el lugar era un antiguo sendero de montaña.
El hallazgo de varios mojones en la zona les lleva a pensar que el lugar era un antiguo sendero de montaña
Esto abre la posibilidad de que los esquís también puedan estar relacionados con el transporte de alta montaña, por lo que su dueño pudo ser un cazador, pero también un viajero, o ambas cosas a la vez.
En el artículo de “Secrets of the Ice” en el que se anuncia el descubrimiento se apuntan varias posibilidades. “¿Un cazador dejó atrás los esquís? ¿Quizás una nevada repentina podría haberlos enterrado impidiendo su recuperación?”. Tal vez el cazador habría colocó los esquís en posición vertical en la nieve para que fuera más fácil detectarlos al regresar pero una avalancha de nieve los tapó. O quizá ocurrió un accidente y el esquiador los perdió en su caída. ¿Hay un esquiador de la Edad del Hierro muerto en las proximidades del lugar e que se encontraron los esquís? Probablemente sea una hipótesis demasiada atrevida, pero los investigadores volverán a la zona y quien sabe las sorpresas que aún les esperan bajo el hielo.
Referencia: The Best-Preserved Pair of Skis from Prehistory (Secrets of the Ice)