Los murciélagos poseen unas brújulas neuronales en tres dimensiones que les permiten navegar en la oscuridad. No es que esta capacidad los haga excepcionales, puesto que otros mamíferos tenemos áreas neuronales especializadas en la orientación, pero el equipo de Arseny Finkelstein ha descrito por primera vez con detalle cómo funciona el cerebro de estos animales cuando vuelan o se aferran a un objeto tras posarse.
Para el trabajo, publicado en la revista Nature, los científicos registraron la actividad cerebral de los murciélagos mientras volaban y se posaban en la oscuridad y descubrieron que ciertas neuronas se activan en función de la orientación horizontal de los animales. Además, estas neuronas de dirección (que se activan por los movimientos de la cabeza) generan el patrón tridimensional de los movimientos del murciélago a medida que avanza.
Las neuronas encargadas de la orientación se activan en el cerebro del animal creando una forma de toroide (de donut) que funciona como una especie de brújula neuronal que le permite moverse con precisión. "De este modo, a medida que el animal rota en el plano horizontal, la actividad neuronal se mueve gradualmente alrededor del anillo, manteniendo una representación estable de la dirección", explican David Rowland y May-Britt Moser en Nature.
Según estos neurocientíficos, conocer mejor los sistemas de navegación de distintos mamíferos puede ser útil para una mejor comprensión en general de los principios que permiten a los animales orientarse en el espacio.
Referencia: Three-dimensional head-direction coding in the bat brain (Nature) DOI: 10.1038/nature14031
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