Ciencia

Resulta que los ctenóforos tienen ano, y esto es relevante

Un equipo de investigadores ha pasado tres años observando a estos animales hasta desmontar un gran malentendido: su sistema digestivo si tiene orificio de entrada y salida como el nuestro, a pesar de lo que los biólogos han creído durante décadas.

Los ctenóforos hacen caca como usted y como yo, una afirmación que quizá le deje frío pero que en biología tiene bastante relevancia. De hecho, los libros sobre clasificación animal siguen indicando que el sistema digestivo de estas criaturas parecidas a las medusas tiene un solo orificio a través del cual ingieren la comida y excretan los restos. Pero los cierto es que hemos estado equivocados sobre este aspecto de su anatomía durante siglos, y eso que se trata de animales trasparentes.

El equipo de William Browne detectó que algo curioso pasaba con estos animales en el año 2012, pero solo ahora, cuatro años después, ha reunido todos los elementos para demostrar ante la comunidad científica su hallazgo. En un trabajo publicado en la revista Current Biology, los autores documentan cómo los individuos de la especie Mnemiopsis leidyi no excretan por la boca, sino que poseen un ano por el que defecan tras un proceso de digestión. "Ha sido muy interesante darle la vuelta al dogma", asegura Browne en la web del Instituto Smithsonian, donde trabaja.

Aunque detectaron hace cuatro años que estos animales excretaban por un orificio anal, el proceso para demostrarlo ha sido meticuloso y complejo. Primero trabajaron en la crianza de centenares de estos animales y después diseñaron el método para ver el recorrido de la comida. A continuación crearon larvas fluorescentes de pez cebra y artemia y se las dieron a comer a los ctenóforos, mientras el equipo grababa el proceso mediante técnicas de microscopía de alta resolución y time lapse. Gracias al sistema, pudieron seguir el rastro de la comida hasta descubrir que, efectivamente, era expelido por los orificios anales como sucede en otras muchas especies animales.

https://youtube.com/watch?v=heTgd5phhp4

Durante su investigación, los autores del estudio también creen haber encontrado el origen del malentendido sobre el sistema digestivo de estos animales. Cuando se los estudia en laboratorio, se les suele poner abundante comida y es habitual que la regurgiten parcialmente, lo que confundía a los observadores. Para comprobar que la comida llega al final del recorrido hace falta ser mucho más paciente y observador y - como pasa siempre en ciencia- no dar nada por sentado a la primera.

Referencias: The Presence of a Functionally Tripartite Through-Gut in Ctenophora Has Implications for Metazoan Character Trait Evolution (Current Biology) | Vía: By simply pooping, comb jellies expel long-held scientific misconception (Smithsonian Insider)

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