Cuando Zainab Bibi dio a luz en Pakistán en enero de 2017 le anunciaron que sus gemelas habían nacido unidas por la cabeza. La buena noticia era que ambas estaban vivas, pero la mala era que, en caso de operarlas, una de las dos moriría. Han pasado dos años desde aquel angustioso momento y la historia ha tenido el mejor de los finales. Las niñas han sido separadas con éxito en el hospital londinense Great Ormond Street, que acaba de hacer público el desenlace.
La operación tuvo lugar en febrero de este año, duró más de 50 horas e implicó a un equipo de más de 100 personas. Según informa la BBC, que ha tenido acceso exclusivo al proceso, las gemelas abandonaron el hospital el 1 de julio y, como es habitual en estos casos, los médicos ha esperado para hacer el anuncio hasta que la situación ha sido de total recuperación.
A la madre le dijeron que, en caso de operarlas, una de las dos moriría
Aunque ya se ha separado en otras ocasiones a otros siameses unidos por la cabeza, esta intervención implicaba un especial grado de complejidad, dado que ambas compartían parte del tejido del encéfalo y el cráneo. La estrategia consistió en separar cuidadosamente las estructuras compartidas y los vasos sanguíneos, insertar una pieza de plástico para separar ambos cerebros y reconstruir sus cráneos y la piel para cerrar sus cabezas individualmente. Hasta el día de la operación, las niñas nunca se habían visto los rostros, ya que la forma en que estaban unidas se lo impedía.
Antes de la operación, el equipo de cirujanos trabajó con una réplica en 3D de las cabezas de las niñas para entender cómo estaban conectados los cerebros y los vasos y diseñar la mejor estrategia posible. Durante muchas semanas ensayaron previamente en modelos en tres dimensiones para ensayar las incisiones y tener en cuenta todas las posibles complicaciones. Los médicos creen que su desarrollo será normal a partir de ahora y consideran que probablemente las dos niñas estarán andando para su tercer cumpleaños.
El dinero para las operaciones procede de un donante que no ha sido identificado públicamente por el hospital. Se calcula que el proceso ha tenido un coste de alrededor de un millón y medio de euros que ha servido para salvar a ambas niñas. Como explican en The New York Times, el nacimiento de siameses es extraordinariamente infrecuente (un caso cada 2,5 millones de nacimientos) y de ellos solo un 5 por ciento nacen unidos por el cráneo. Menos de la mitad de los bebés unidos por los cráneos sobrevive más de un día después de nacer.
Más info: The battle to separate Safa and Marwa (BBC)