Carlos Alcaraz se ha convertido en el nuevo campeón del Masters 1000 de Miami tras derrotar en dos sets al noruego Casper Ruud en una brillante exhibición de tenis impropia de su edad. Se convierte en el campeón más joven de la historia del torneo y en el tercero, después de Michael Chang (18 y 157 días en Canadá 1990) y Rafa Nadal (18 años y 318 días en Montecarlo 2005).
En la primera final de su vida, Alcaraz no falló, aunque sí empezó con dudas. Ruud hizo uso de su mayor experiencia para imponer su ritmo y ponerse 3-0 en pocos minutos. El noruego hizo un 'break' al joven murciano a las primeras de cambio y se llevó sus dos saques. Lejos de bajar los brazos, Alcaraz demostró madruez y personalidad: le devolvió el break para arrancar su remontada.
La igualdad predominó durante este primer set, aunque Ruud comenzó a mostrar nerviosismo cuando veía por el retrovisor que Alcaraz estaba cada vez más cerca en el marcador. Con el 5-5, en el momento más importante del partido, Carlos no dudó y se tiró a morder: le rompió por segunda vez el servicio a su rival y sacó para ganar. Sin fallos y con un saque contundente, Alcaraz puso el 1-0 en el casillero grande.
Con el primer set en el bolsillo, Alcaraz tomó las riendas del partido. En el primer juego rompió el saque de Ruud para firmar su tercer break del partido. Dominó con su saque y de nuevo, 'break' para el español. Con 3-0 en el marcador, Alcaraz bajó el ritmo y eso permitió que el noruego se acercase en el marcado. Primero con un 'break' y después con un juego en blanco.
Cuando Ruud estaba imponiendo su juego y podía devolverle la moneda al español, saltó la sorpresa. El noruego pidió asistencia médica para ser tratado de la cadera. Con una remontada en ciernes y un parón, Alcaraz pudo darle muchas vueltas a la cabeza y comenzar a dudar, pero no lo hizo. Como una bola de demolición, se puso 4-2 arriba con un saque tan espléndido que le permitió llevarse el juego sin encajar un solo punto.
Ruud, que también es un fantástico sacador, exhibió su servicio para mantener las distancias con Alcaraz. Logró ponerse 5-4 y depender de su resto para empatar la contienda. En el último juego del partido, el español volvió a sacar un sobresaliente sacando. Con 40-0 y tres bolas de partido, utilizó el clásico 'saque y volea' para llevarse el último tanto de la final, el que le sirvió para hacerse con el título.
Con el Hard Rock Stadium puesto en pie, Alcaraz ya es historia por triunfar donde Rafa Nadal, Carlos Moyá o David Ferrer no pudieron a lo largo de sus extensas carreras deportivas. Se convierte en el primer español que levanta el trofeo de Miami y hace soñar con algo que parecía impensable: tener un relevo generacional para nuestro tenis.