La selección española de balonmano arrancó su andadura en el Europeo de Polonia con una sufrida victoria (32-29) sobre Alemania, en un encuentro en el que el conjunto español demostró el carácter y, sobre todo, la madurez necesaria para lidiar con oficio el ajustado marcador.
Ni las exclusiones, ni la tarjeta roja con la que fue castigado Jorge Maqueda, y que impidió al lateral disputar ni un sólo minuto en la segunda mitad, alteraron el pulso del conjunto español, que este sábado evidenció en Breslavia que es un serio aspirante al trono continental.
Pese a la insistencia del seleccionador español Manolo Cadenas, que no se cansó de reclamar en las jornadas previas la máxima intensidad para encarar el choque con los germanos, a España le costó arrancar.
Especialmente en defensa, donde apenas recordó al equipo que hace apenas unos días maravilló en el torneo de Irún por su capacidad para anticiparse a los movimientos ofensivos de sus rivales.
Tal y como confirman los seis goles (4-6) que los "hispanos" encajaron en los primeros cinco minutos de juego, una cifra que encendió todas las alarmas en el conjunto español, que se vio obligado a pedir con urgencia un tiempo muerto.
Un parón que no pudo sentar mejor a la selección española, que por fin, comenzó a parecerse al sólido conjunto que tiene en su defensa 6-0 el mejor argumento para soñar con un oro continental, que ya ha acariciado hasta en tres ocasiones.
Las ayudas, antes inexistentes, empezaron a aparecer, las piernas -hasta entonces lentas- comenzaron a moverse a una endiablada velocidad, y los brazos y cuerpos de los jugadores españoles cerraron los espacios anteriormente libres.
Una mejoría defensiva que no tardó en trasladarse al marcador, que en un visto y no visto pasó de un preocupante 4-6 a un esperanzador 7-6, que no hizo sino incrementar los esfuerzos defensivos del conjunto español.
Trabajo que se vio recompensado con el contundente parcial de 8-1 que España endosó en los siguientes minutos a una cada vez más perdida selección alemana y que permitieron a los de Manolo Cadenas situarse con un claro 18-11 a ocho minutos para llegar al descanso.
Pero en un Europeo nada es fácil y más cuando enfrente se encuentra el equipo alemán, que si por algo destaca es por su tenacidad, y así la selección española que parecía tener sentenciada la contienda, comenzó a complicarse poco a poco el marcador.
Alterados por las decisiones arbitrales, los jugadores españoles no lograron anotar ya ni un sólo gol más en la primera mitad, lo que posibilitó que Alemania se marchase al descanso (18-15) con una desventaja que le hacía soñar con la remontada, algo impensable apenas unos minutos antes.
No obstante, más que el marcador, lo preocupante fue el nerviosismo que generó el arbitraje en el bando español, que arrancó el segundo período con sólo tres jugadores de campo, tras las exclusiones de Eduardo Gurbindo y Raúl Entrerríos, así como por la roja directa que vio Jorge Maqueda, tras estrellar el último lanzamiento en el rostro de un jugador alemán.
Una delicada situación que España solventó a la perfección con una gran parada de Arpad Sterbik y un no menos sensacional gol de Antonio García, que permitió al equipo español cerrar su triple inferioridad numérica sin ver mermada su ventaja (19-16) en el marcador.
Distancia con la se llegó (28-25) a los diez últimos minutos de juego, tras un intercambio constante de goles entre ambos equipos, que impidió que ni España rompiera definitivamente el duelo, ni que Alemania se acercase de una vez por todas en el tanteador.
Un tiempo en el que España, a diferencia de Alemania, sí supo aprovechar sus superioridad numérica, tras las exclusiones de Steffen Weinhold y Niclas Pieczkowski, para ampliar su renta hasta los cuatro tantos (30-26) a menos de cinco minutos para la conclusión.
Ventaja que, ni las tres exclusiones que España sufrió en tan escaso tiempo, lograron rebajar, gracias al oficio de un equipo español, que de la mano de sus siempre efectivos extremos, en especial Víctor Tomás, se apuntó su primer triunfo (32-29) en el Europeo.
Ficha técnica:
España: Sterbik; Víctor Tomás (6), Maqueda (3), Gedeón Guardiola (3), Morros (1), Antonio García (1) y Rivera (7, 3p) -equipo inicial- Pérez de Vargas (ps), Gurbindo (2), Raúl Entrerríos (1), Aginagalde (1), Ugalde (1), Cañellas (3), Mindegia (-), Del Arco (3) y Dujshebaev (-)
Alemania: Lichtlein; Reichmann (5, 3p), Weinhold (3), Fäth (4), Dissinger (6), Dahmke (1) y Pekeler (2) -equipo inicial- Wolff (ps), Sellin (-), Lemke (1), Wiede (1), Strobel (-), Schmidt (4), Ernst (-), Pieczkowski (2) y Kohlbacher (-)
Marcador cada cinco minutos: 3-5, 7-7, 9-9, 15-11, 18-12 y 18-15 (Descanso) 20-17, 23-19, 26-22, 28-25, 29-16 y 32-29 (Final)
Árbitros: Pichon y Reveret (FRA). Expulsaron con tarjeta roja directa al jugador español Jorge Maqueda (m.30). Además excluyeron por dos minutos a Gurbindo (2), Raúl Entrerríos (2) y Víctor Tomás por España; y a Schmidt, Pekeler (2), Reichmann, Weinhold y Pieczkowski por Alemania.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la primera jornada del grupo C del Europeo de Polonia disputado en el Centennial Hall de Breslavia ante unos 6.000 espectadores.