Este martes Amar´e Stoudemire, pívot de los New York Knicks, recibió dos malas noticias. Primero supo que no podría arrancar la temporada de la NBA recién iniciada. Estará de baja entre seis y ocho semanas debido a que se resintió de la lesión en la rodilla derecha durante el partido de pretemporada jugado ante Toronto Raptors el 19 de octubre. Apenas unas horas despues halló su flamante Range Rover sumergido bajo las aguas. El coche fue uno de los miles afectados por la furia del huracán Sandy que azotó con violencia la costa Este de Estados Unidos.
Respecto a la lesión, Stoudemire creyó en principio que el tiempo de recuperación rondaría las dos semanas, pero acudió a Thomas Carter, médico de los Phoenix Suns que le operó de la misma rodilla en 2005, y este le confirmó que el tiempo sería el triple o incluso el cuádruple. Luego llegó Sandy y acabó de aguarle la fiesta, aunque en la foto publicada por el propio jugador en las redes sociales este no parece muy disgustado. Dinero para comprar otro vehículo no le falta. Firmó un contrato de 100 millones de dólares (77 millones de euros) en cinco años.