La llegada del centrocampista brasileño de 21 años, Lucas Silva, por 15 millones de euros, abre la puerta de salida al fichaje español más caro del mandato de Florentino Pérez. Asier Illarramendi se convirtió, en el verano de 2013, en el capricho de Florentino Pérez. El presidente del Real Madrid pagó, según la versión del club vendedor, la Real Sociedad, 38,9 millones por el centrocampista de Mutriku.
Illarramendi llegaba con la vitola de campeón de Europa Sub-21 y sucesor natural de Xabi Alonso, con quien ha compartido vestuario dos temporadas. Sin embargo, su talento se ha visto superado por la dimensión social y futbolística del Real Madrid. No ha asumido los galones del tolosarra y en ningún momento ha dado el puñetazo en la mesa que todos esperaban. 63 partidos en dos temporadas, la mayoría saliendo del banquillo, son un bagaje pobre para un jugador en el que Florentino depositó muchas expectativas. Tantas como para pagar casi 40 millones.
Illarramendi pasa por ser el fichaje menos rentable de la era Florentino. Así lo dicta el altísimo precio pagado por su fichaje. En su primera etapa como presidente madridista, que se extendió durante seis años, desembolsó 421,45 millones por 21 jugadores y recaudó 143,3 en ventas de futbolistas. Fue la época de los Galácticos en la que Pérez logró contratar a Figo (60 millones), Zidane (73,5), Ronaldo (45) y Beckham (37,5). Entre los mayores fiascos destaca Robinho, por quien pagó 24 millones al Santos. En la segunda, los clubes dispararon los precios de sus jugadores cada vez que surgía el interés del Real Madrid. En esa etapa llegaron Cristiano Ronaldo (96 millones), Kaká (65), Xabi Alonso (35,4) o Benzema (35). 727,4 millones de euros en 31 fichajes, ingresando 366,5 millones en ventas.
Illarramendi está abocado a salir del clubcon el cartel de fichaje frustrado, como antes lo hicieron jugadores como Ognjenovic, Congo, Baljic, Flavio Conceiçao, Drente o Faubert.