Después de expulsarle de la sesión de entrenamiento del lunes, el entrenador del Athletic, Marcelo Bielsa, incluyó ayer a Fernando Llorente en su lista de convocados para el partido de la Liga Europa de este jueves frente al Sparta de Praga. "¡Échame si quieres!", cuentan que le dijo el riojano después que su técnico le recriminara su actitud en el partidillo de los suplentes. "Váyase a bañar", dicen que le ordenó el argentino.
El caso es que el Athletic tiene un problema y, de hecho, en Ibaigane están muy preocupados por el devenir de una temporada que ya empezó torcida con la bronca de Bielsa por las obras de Lezama, la 'fuga' de Javi Martínez y la negativa de Llorente a renovar un contrato que expira en 2013. Los mismos directivos, en este caso con el presidente Josu Urrutia a la cabeza, que habían intentado reconducir la incómoda situación del 9, recibieron con desagrado su expulsión del entrenamiento del lunes.
Es más, no faltan directivos que empiezan a sospechar que Marcelo Bielsa podría estar forzando su salida del Athletic. Antes del derbi del pasado sábado, en Anoeta corrió el runrún de que el argentino se marchaba después del partido pasara lo pasara. Falsa alarma. Sin embargo, el incidente dos días después con Llorente, además de la mala imagen ofrecida ante la Real, han devuelto la preocupación a los despachos de Ibaigane.
Tampoco en el vestuario hay tranquilidad. La situación de Llorente no sólo es incómoda para él, sino también para sus compañeros, alguno de los cuales creen que Bielsa le está provocando. Llorente se ejercitó ayer martes junto con el resto de sus compañeros y entró en la lista para estar en el Stadion Letná de Praga, aunque lo lógico es que lo haga en el banquillo. De hecho, en lo que va de temporada, Llorente sólo ha jugado 90 minutos en los cuatro partidos para los que ha sido convocado. Siempre salió desde el banquillo y en las segundas partes. Y eso que Bielsa dijo nada más empezar la temporada que no había pedido el fichaje de Aduriz...