Más de 1000 deportistas rusos formaron parte de una extensa política de dopaje de Estado entre los años 2011 y 2015, según la segunda parte del informe encargado por la Agencia Mundial Antidopaje al abogado Richard McLaren y que fue presentado en Londres.
"Podemos confirmar que se encubrieron casos de dopaje desde al menos 2011 y siguió después de los Juegos de Invierno de Sochi. Fue un encubrimiento que evolucionó de un caos incontrolado a una conspiración institucionalizada y disciplinada para ganar medallas", aseguró el abogado en rueda de prensa.