El partido comenzó con el Allianz Arena convertido en un volcán. Cada ataque de los bávaros iba acompañado del bramido del orfeón muniqués que poblaba la grada. El Atlético, eso sí, trataba de no arrugarse y Gabi dejaba un par de recados pronto en las espinillas rivales, en un “aquí estoy yo” con el que los colchoneros avisaban a los romanos de Guardiola de que su aldea gala no se iba a dejar conquistar fácilmente.
Fue el propio Gabi el que, con un tiro desde lejos, probó por primera vez a Neuer en el minuto 5 de partido. Un disparo seco que entrecortó el bucle de cánticos de una grada germana que volvía a entrar en erupción cuando Filipe cometía un error del que se aprovechaba un Lewandowski tan voluntarioso como extrañamente impreciso. Los colchoneros intentaban estirarse con un recurso clásico de Simeone: el balón en largo de Oblak hacia la cabeza de Saúl que en su día se utilizase para la testa de Raúl García. Buscando la segunda jugada, el conjunto colchonero moría ahogado en la pizarra de Guardiola, que parecía conocer todas las argucias de los madrileños.
La principal novedad táctica de Pep fue dejar maniobrar con libertad a Douglas Costa por detrás de los puntas, alejándole de una banda que ocupaba Ribery con inspiración. Ante un Atleti sin colmillo, el Bayern proseguía con su cerco. Gabi inquietó de nuevo a Neuer, con un misil cuyo efecto casi traiciona al internacional de la Mannschaft. En el otro área, Lewandowski seguía fallón y sólo Vidal parecía animarse a lanzar. El Atlético vivía en el minuto 20 de partido con las urgencias de un minuto 80, decidido a convertir el partido en una penitencia. Las intenciones del 'Cholo' de buscar un gol morían por aplastamiento.
Demasiadas pérdidas en zonas peliagudas que Oblak se encargaba de neutralizar como patatas calientes. Hasta el minuto 26 no llegó el primer córner atlético. El partido era Numancia. El martillo bávaro encontró el gol a la media hora de juego, en una falta de Xabi Alonso que tocó Giménez y se desvió ante la presencia de Oblak. Luego vendría un penalti del propui charrúa, fuera del partido, que detendría la figura del esloveno. La Blitzkrieg bávara se fue al descanso habiendo hecho menos daño del merecido por su despliegue de fundamentos.
En la segunda mitad, Carrasco estiró al equipo para los rojiblancos. El belga dio el oxígeno que necesitaban los del 'Cholo', que sin embargo notaban que el frontón germano seguía patente. En esas llegó el gol de la noche para el Atlético, en un uno-dos primoroso de Torres que limpió la jugada como no suele hacerlo el fuenlabreño. Griezmann no perdonó y empinó la cuesta para Guardiola. El minuto 72, empero, trajo de nuevo el drama para el Atlético, con un gran centro de Alaba tras el que Vidal supo leer muy bien la salida en falso de Oblak. Frentazo hacia Lewandowski y el polaco, fallón hasta ese instante, reavivaba el fuego del Allianz.
Pudo Torres convertirse en protagonista más tarde, pero marró un penalti que él mismo había provocado. La crueldad se cebaba con un 'Niño' que había hecho un nudo sobre la cal del área a Javi Martínez. Al borde de las lágrimas, defendió junto al resto de sus compañeros y la providencia premió al Atlético con su segunda final de Champions en tres temporadas. Exorcizado con sufrimiento el fantasma de Schwarzenbeck, el nombre de Luis Aragonés cortó el viento muniqués en las gargantas de los atléticos. Por sus mayores.
- Ficha técnica:
Bayern Múnich: Neuer; Lahm, Javi Martínez, Boateng, Alaba; Xabi Alonso, Vidal; Douglas Costa (Coman, m. 73), Müller, Ribery; y Lewandowski.
Atlético de Madrid: Oblak; Juanfran, Giménez, Godín, Filipe; Saúl, Gabi, Augusto (Carrasco, m. 46), Koke (Savic, m. 93); Griezmann (Thomas, m. 82) y Fernando Torres.
Goles: 1-0, m. 31: Xabi Alonso, de falta directa desviada por Giménez. 1-1, m. 53: Griezmann culmina una pared con Torres. 2-1, m.74: Lewandowski, de cabeza a pase de Vidal.
Árbitro: Cüneyt Çakir (Turquía). Amonestó al visitante Giménez (m. 33).
Incidencias: partido de vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones disputado en el Allianz Arena de Múnich ante unos 75.000 espectadores, 2.800 de ellos seguidores del Atlético de Madrid.
ASÍ LO HEMOS VIVIDO: