Sergio, el padre del niño, sigue bajo los efectos del shock. Al igual que su hijo Sergio, muy afectado 24 horas después de la que pudo haber sido una verdadera tragedia. El recuerdo del impacto de la bengala y del fuego no dejó apenas dormir a este niño de tres años al que su padre quiere proteger del revuelo mediático provocado. "Esto no debe quedar así", se queja Sergio y así se lo hará saber al Atlético de Madrid en la reunión que mantendrá este viernes en el estadio. Unos 'pins' de regalo y una reubicación detrás de los banquillos tras ser atendidos por las asistencias de la Cruz Roja fue lo que recibieron Sergio y su hijo tras sobreponerse a duras penas de un suceso lamentable. "Fue el primer partido al que llevaba a mi hijo y quizá sea el último", dijo consternado el padre a 'Vozpópuli'. Los dirigentes del Atlético trataron de comunicarse con Sergio aunque la avalancha de llamadas y sus obligaciones profesionales impidieron la conversación que hoy se llevará a cabo. Mientras la entidad colchonera se hace carga de este asunto el Benfica ya ha ofrecido no sólo sus disculpas sino también ha invitado a padre e hijo a presenciar un partido en Lisboa.
La UEFA es la que tiene que decidir y lo hará en las próximas semanas. Según los artículos 14 y 16 del Código Disciplinario de la UEFA que recoge el lanzamiento de objetos (bengalas en este caso) y habiendo precedentes no muy lejanos, lo normal es que el Atlético reciba una fuerte multa económica (40.000-70.000 euros) por los problemas en el control de acceso. LA UEFA suele castigar con más empeño al club responsable de los seguidores que provocan el problema, en este caso los hinchas del Benfica. Es más, la multa podría ser el doble de la que reciba el Atlético y además podría recibir como sanción hasta el cierre parcial del estadio Da Luz.
El Atlético de Madrid emitió un comunicado condenando los incidentes, elogiando el buen comportamiento de la hinchada rojiblanca y trató de minimizar el problema de acceso de los hinchas del Benfica asegurando que el propio club "y las Fuerzas de Seguridad del Estado llevaron a cabo las habituales medidas de seguridad y prevención que se desarrollan en este tipo de encuentros en el acceso al estadio de los seguidores portugueses situados en el primer y segundo anfiteatro del fondo norte. En estos controles de acceso se incautaron numerosas bengalas y otros objetos prohibidos". Pese a ello, la UEFA multará al Atlético porque las bengalas entraron al campo, fueron encendidas y arrojadas a la grada hiriendo a una decena de aficionados. Asimismo, los seguidores portugueses dejaron un feo rastro en el Calderón con el destrozo de asientos y baños del recinto colchonero.