El cruce de amenazas es constante desde hace días, pero se ha incrementado a medida que se aproxima el partido de Champions entre Galatasaray y Atlético de Madrid en el Vicente Calderón. Los ultras del equipo turco, unos de los más violentos de Europa, desembarcan en Madrid en un desplazamiento masivo (unos 3.000 seguidores tienen pensado viajar) que no sólo preocupa a los hinchas colchoneros sino también a los responsables del club rojiblanco y, por supuesto, a las fuerzas y cuerpos de seguridad españoles, dado el momento crítico que se vive en toda Europa tras los atentados yihadistas de París. España mantiene el nivel 4 de alerta antiterrorista.
Según ha sabido 'Vozpópuli', el dispositivo preparado para este choque considerado de alto riesgo será muy superior al de otras ocasiones aunque inferior al colosal despliegue desarrollado en el Clásico. Sin embargo, la preocupación generada por este encuentro de Champions ha llevado a las autoridades a movilizar hasta 400 agentes, cuatro grupos de Unidades de Intervención Policial (UIP), para velar por la seguridad y hacer frente a posibles altercados que se puedan producir.
A los aficionados rojiblancos se les recomienda anticipar su entrada al estadio, porque habrá un exhaustivo control en los accesos al mismo donde se pretende ser muy escrupuloso en los cacheos. Este Atlético-Galatasaray no sólo trasciende en lo deportivo al tratarse de una cita clave para la clasificación de ambos equipos en la Copa de Europa. Es más: el enfrentamiento se ha calentado en exceso en las redes sociales entre ultras con alusiones desde el lado turco a los atentados cometidos por el ISIS en París para provocar a sus 'enemigos' del Frente Atlético. Amenazas de muerte y sentencias aventurando un "día duro" para la jornada de mañana.
La Policía Nacional permanece alerta y la seguridad privada del Atlético de Madrid extremará los registros para evitar que se repita lo sucedido durante el partido ante el Benfica, en el que varios seguidores ultras portugueses lograron burlar la vigilancia del Vicente Calderón y entraron bengalas que luego arrojaron sobre la grada y el terreno de juego. Varias de ellas impactaron en seguidores del Atlético a los que, por suerte, no causó daños.
Estos incidentes fueron sancionados con multas a los dos clubes por parte de la Comisión Antiviolencia y el Comité de Control, Ética y Disciplina de la UEFA. Muy a posteriori, la delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa, se apresuró a decir que a raíz de lo sucedido ante el Benfica y de los atentados en el Stade de France "habrá que examinar hasta los bocadillos". La alerta es máxima porque los ultras del Galatasaray acumulan varios episodios violentos (incluso con muertos) este mismo año y en 2014, en diferentes escenarios y ante clubes de distintas disciplinas deportivas, como fútbol y baloncesto (Estrella Roja, Alba Berlín, Borussia Dortmund...).