El Atlético de Madrid ha pisado el acelerador en sus gestiones y en tiempo récord ha cerrado dos de los fichajes fundamentales por su puesto en el equipo: Savic (central) y Filipe Luis (lateral izquierdo). Además, ha resuelto la salida de otro de los futbolistas que no tenía más hueco para Simeone en la plantilla rojiblanca: Mario Suárez. Tres operaciones unidas a otra más colateral, el adiós del Cebolla Rodríguez (venta a Independiente), para configurar el proyecto 2015-16 al que en breve también se unirá uno de los dos medios del plan de remodelación del centro del campo: Thiago Motta. Kranevitter, el otro ´5´, llegaría en principio en enero. A Jackson Martínez, el relevo de Mandzukic, se le espera en breve.
Los responsables deportivos del club colchonero (Gil Marín, Berta y Caminero) se vieron días atrás en Los Ángeles de San Rafael con el Cholo y éste les apremió porque no veía avances. Estos se plasmaron casi de inmediato con la solución, en primer lugar, del puesto de central en una buena operación con la Fiorentina. El Atlético ha atado a Stefan Savic, de 24 años, que firmará por cuatro o cinco temporadas pese a haber renovado con la Fiore el pasado enero. 15 millones paga la entidad colchonera a la italiana por el futbolista montenegrino, pero es la misma cantidad que recibe el Atleti por la propiedad de Mario Suárez: cedido una temporada con cláusula obligatoria de compra al final de la misma. Dos pájaros de un tiro.
Ayer mismo el Atlético cerró la vuelta de Filipe Luis. El hijo pródigo tras un año perdido junto a Mourinho en el Chelsea regresa para coger las riendas de un lateral izquierdo huérfano tras el fiasco por el 'caso Ansaldi' y las bajas expectativas de Siqueira. 16 millones, seis menos del valor por el que el Atleti lo traspasó a Stamford Bridge, han tenido la culpa. Las negociaciones no han sido fáciles y Peter Kenyon, asesor del Consejo del Atlético, hubo de esforzarse para lograr un regreso anticipado y contado en 'Vozpópuli' meses atrás. Queda la opción de que Siqueira, el otro zurdo de Florianópolis, salga vendido aceptando alguna de las ofertas que tiene sobre la mesa.
El próximo en llegar será otro regreso, el de Thiago Motta. El centrocampista italiano del PSG, "sin estímulos" para seguir en el club parisino, no cuenta para Blanc, quien no le hace jugar por la evidente diferencia de posturas. El Atleti motiva mucho a Motta, con una deuda pendiente con la camiseta rojiblanca tras su lesión de rodilla en la temporada 2007-08. La operación está casi cerrada y 5 millones de euros pueden suponer su vuelta al Calderón ante la salida de Tiago y el problema de Gabi con la sentencia por el amaño del partido Levante-Zaragoza. Kranevitter, medio de River Plate atado, es el otro refuerzo para el mediocampo y sólo falta saber cuándo se incorporará el internacional argentino a la disciplina colchonera, si ahora o en invierno.
Con estas tres incorporaciones el Atlético de Madrid habría cerrado prácticamente su proyecto 2015-16, a falta de alguna salida más pendiente (Raúl Jimenez) y otras cesiones. Sin embargo, queda un asunto más sobre el que todos guardan silencio pero que está cerrado desde hace tiempo y supondrá el auténtico colofón al ambicioso proyecto rojiblanco: la bomba. El fichaje con el que el Atlético quiere dar el salto de verdad y acaparar el protagonismo de un verano con una contratación que sorprenda al mundo del fútbol. La fecha es inamovible y será justo antes de que la expedición del Atlético de Madrid emprenda viaje a China, el próximo día 29. La gira asiática, cuyo valedor principal es el inversor Wang Jianlin, exige la presencia de las grandes figuras del equipo y ahí debe estar el bombazo: Marco Reus.