Estaba cantado, pero los dirigentes del Atlético silbaban al aire y algunos aficionados rojiblancos no lo querían ver. Hasta que Nike, que es una empresa sin colores ni sentimientos, lo ha reconocido con toda naturalidad.
La nueva y polémica segunda equipación de la temporada, de color blanco -"gris claro" lo han intentado vender- tiene como principal pretensión parecerse a la del Real Madrid para competir con Adidas, proveedor del club merengue y gran rival de Nike en el mercado mundial.
La venta de camisetas es la base del negocio de los dos gigantes de la ropa deportiva, y no hay ningún equipo o selección en el mundo cuyo color oficial sea el blanco y se acerque siquiera al Real Madrid en número de elásticas que adquieren los aficionados.
Así que Nike, que para eso paga generosamente a los clubes de fútbol, ha ido imponiendo a sus buques insignias una segunda indumentaria blanca. Son los casos de Manchester United, Inter de Milán y París Saint Germain y, el último, Atlético de Madrid, según asegura la página web de la BBC, televisión pública británica.
Los rojiblancos madrileños 'pagan' así la fama y buena reputación adquiridas tras ganar la Liga española y plantarse en la final de la Liga de Campeones donde, encima, perdieron en el último suspiro ante el Real Madrid. Pero son uno de los equipos de moda europeos y Nike quiere aprovechar su tirón.
Al United, la camiseta reserva albina le va a durar poco. Porque en septiembre de 2015 se pasa a Adidas. Ha firmado un estratosférico contrato con la casa alemana para una década, a razón de 94 millones de euros por año.
Sólo si el Atlético lograra un 'pelotazo' similar se podría entender que, por primera vez en su historia, vaya a vestir de blanco. Aunque, al menos para algunos, los sentimientos no tienen precio y seguramente ni siquera así les merecería la pena.