El maratón previsto para este domingo en Nueva York, el más numeroso que actualmente se disputa en el mundo, ha sido cancelado después de la creciente oposición en la ciudad, que todavía lucha por recuperarse del devastador paso por la región de la tormenta Sandy. "Hemos decidido cancelarlo" ante la ola de controversia que ha generado, afirmó este viernes en un comunicado el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg.
El alcalde había reiterado que la carrera seguía en pie pese a la ola de críticas que había suscitado en los últimos días la decisión, puesto que millones de personas en la región siguen sin electricidad, calefacción o agua. Sin embargo, las crecientes críticas entre ciudadanos y sindicatos de trabajadores municipales a la celebración del maratón en medio de los problemas que afronta la ciudad.
"No queremos una sombra sobre la carrera o sus participantes", explicó Bloomberg, quien admitió que, si bien el evento "no requeriría desviar recursos" de la recuperación de la ciudad, "se ha convertido en una fuente de controversia y división". "No se puede permitir que una controversia sobre un evento deportivo "distraiga la atención del trabajo de importancia vital que se está haciendo para recuperar la ciudad de la tormenta", añadió
La carrera debía cruzar los cinco barrios de la ciudad a partir del pistoletazo de salida en Staten Island, uno de los sitios más golpeados de la ciudad, y donde más neoyorquinos murieron por el azote de Sandy, el pasado lunes (41 hasta ahora en el conjunto de la ciudad).
"¿Cómo se puede iniciar una carrera a 800 metros de donde ha muerto gente?", se preguntaba indignado el líder de la oposición republicana en el Ayuntamiento, James Oddo, en unas declaraciones a CBS desde Staten Island, donde miles de residentes siguen intentando limpiar sus casas o buscan algo de valor entre los restos de lo que habían sido sus viviendas.
Un número creciente de habitantes de la Gran Manzana estaba manifestando su malestar en redes sociales o en llamadas y mensajes a los medios de comunicación locales.
"¿Cómo puede el alcalde ser tan insensible?", señaló uno de esos mensajes. Hasta un trabajador de la organización divulgó un comunicado pidiendo la cancelación del evento, para el que se esperaban 40.000 corredores de todo el mundo.
La decisión de Bloomberg de mantener el evento, de acuerdo con la organización Correcaminos de Nueva York, había recibido una dura oleada de críticas por parte de la prensa local, especialmente los diarios populares. Según esas críticas, los generadores eléctricos, letrinas portátiles, vehículos y agentes de policía necesarios para el maratón deberían dedicarse a atender las necesidades urgentes de los ciudadanos en apuros.
Antes de anunciar la cancelación, Bloomberg había insistido en una rueda de prensa en que la celebración de la prueba permitiría a la ciudad dinamizar su economía y demostrar que se estaba recuperando del tremendo golpe que supuso el huracán. Bloomberg también recordó que en 2001 el entonces alcalde de la ciudad, Rudy Giuliani, mantuvo la celebración de la prueba como símbolo de la recuperación de Nueva York tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.