El ministro australiano de Inmigración, Alex Hawke, ha usado sus poderes especiales para cancelar nuevamente el visado del tenista número uno del mundo, Novak Djokovic, y tiene la intención de deportarlo. "Se ha cancelado por motivos de salud y buen orden, sobre la base de que era de interés público hacerlo", ha asegurado el político en un escueto comunicado. La medida también significa que el serbio probablemente se enfrenta a una prohibición de tres años para obtener una nueva visa australiana.
Ahora, el deportista tiene la opción de apelar nuevamente para intentar permanecer en el país y competir en el Open de Australia, que se celebra entre el 17 y el 30 de enero, donde defiende título y aspira a lograr el que sería su Grand Slam número 21.
Stephen Lloyd, abogado del Ministerio de Inmigración, afirmó este viernes que el tenista serbio "no será detenido esta noche" ni tampoco deportado a la espera de una reunión con funcionarios el sábado por la mañana.
Djokovic llegó el 5 de enero a Melbourne con una exención médica que le permitía jugar en el Abierto de Australia sin estar vacunado, aunque después las autoridades de Aduanas le cancelaron el visado y lo detuvieron hasta el fallo judicial del lunes a favor del tenista.
Sorprendentes declaraciones
En unas sorprendentes declaraciones, el tenista admitió el miércoles que se cometieron "errores humanos" en su declaración para entrar a Australia, al omitir que había estado en España antes de viajar al país oceánico, y que acudió a una entrevista con un medio francés en Belgrado a pesar de saber que tenía el coronavirus. El jueves, los organizadores del Abierto incluyeron a Djokovic en la celebración del sorteo para el torneo, que comenzó con una hora de retraso tras una decisión que no fue explicada por la organización. El primer clasificado mundial se enfrentará en primera ronda a su compatriota Miomir Kecmanovic, en caso de que juegue, y buscará defender su novena corona conseguida a orillas del río Yarra en la edición pasada.
Declaraciones del primer ministro
Scott Morrison, el primer ministro australiano, justificó este viernes la cancelación del visado del tenista serbio y recordó los "sacrificios" hechos por sus compatriotas durante la pandemia. "Los australianos han hecho muchos sacrificios durante esta pandemia, y esperan con razón que el resultado de esos sacrificios sea protegido", dijo en un comunicado, en el que subrayó que las "sólidas políticas de protección fronteriza han mantenido a los australianos a salvo, antes de la covid y actualmente".
Australia, que celebra elecciones este año, lucha contra un repunte de casos del virus, que han pasado de menos de 2.000 contagios diarios en diciembre a casi 150.000 en esta semana, en medio de la escasez de productos por los contagios entre trabajadores esenciales.