La Villa Olímpica de Río de Janeiro se sitúa en el foco de la polémica. Sus chapuceras instalaciones están desatando un aluvión de críticas e incluso ha provocado que una de las delegaciones, la australiana, haya decidido abandonar la Villa y hospedarse en hoteles de la zona. Las críticas de Australia se centran en problemas de fontanería: "sentimos que el edificio no era seguro, debido a una combinación de problemas eléctricos y de plomería", afirmó la jefa de misión australiana, Kitty Chiller. "Estos son mis quintos Juegos Olímpicos y nunca había experimentado una villa en este estado de falta de preparación en este punto y tiempo". Al parecer se realizó una prueba de estrés, abriendo tapas y prendiendo luces de manera simultanea y se descubrieron "fugas significativas".
La polémica con Australia creció cuando Eduardo Paes, alcalde de Río, comentó en tono de broma que pondría canguros en las habitaciones para que se sintiesen como en casa, lo que indignó a la delegación aussie. "La delegación no necesita canguros sino un fontanero que resuelva las piscinas que encontraron dentro de los apartamentos", contestaron desde el comité australiano. Actualmente, casi preocupa tanto la despreocupada actitud de los dirigentes como el pésimo estado de las instalaciones. En su comunicado, Australia afirmó que los representantes de Gran Bretaña y Nueva Zelanda asistieron a estas pruebas con ellos y pueden corroborar. Lo más aterrador era "un fuerte olor a gas".
Suecia, también fuera de la Villa Olímpica
La última en sumarse a la huida de la Villa Olímpica ha sido Suecia. El país nórdico decidió abandonar el recinto olímpico desde el momento en que llegó a él. La suciedad, el estado de los aseos y las obras que aún continúan en la residencia de los atletas al llevado a los suecos a alojarse en apartamentos cercanos alquilados por ellos mismos. La delegación ha informado que no volverán a la Villa mientras continúen las obras, cuyo fin no está previsto hasta finales de esta semana.
España, afectada por las fugas de agua
Pero no solo a Australia y Suecia se limitan las quejas. Otras once delegaciones se están viendo afectadas por las fugas de agua en la Villa de Río. Sin ir más lejos, la delegación española se lamenta de fugas de agua en algunos apartamentos e incluso charcos en el suelo. El pequeño tamaño de las habitaciones y unas camas individuales minúsculas han llevado a varias de las delegaciones a replantear la distribución de deportistas e incluso a hacerse con mobiliario propio.
Incluso se ha llegado al extremo de que Italia ha tenido que contratar fontaneros, electricistas y albañiles para realizar las reformas necesarias que aseguren el bienéstar de sus deportistas. Gerardo Werthein, presidente del comité olímpico argentino, declaró sobre los apartamentos que "si bien están terminados por fuera y parecían estarlo por dentro, cuando comenzamos a probarlos quedaron en evidencia algunos problemas que tienen que ver con la fontanería y la electricidad".
Duchas inmundas y ventanas sucias
El Comité Olímpico de Bielorrusia también publicó fotos en su página de Facebook de ventanas sucias y una ducha inmunda, y señaló que "todavía falta que el comité organizador de Río haga mucho para que la Villa cumpla con las condiciones sanitarias para ser habitable''.
La organización, a contrarreloj
Después de todas estas quejas, la propia alcaldesa de la Villa y exjugadora de la Selección brasileña de baloncesto, Janeth Arcain, aseguró que las instalaciones "no están todavía al cien por cien", pero confía en que todo quede resuelto en los próximos días, para lo cual el Comité Olímpico de Río de Janeiro ha contratado a 500 funcionarios que solventen contra reloj los problemas identificados hasta el momento. "Las reclamaciones son normales, los primeros días que llegas siempre encuentras algunos problemas. Eso sucede en todas las obras grandes, hasta dentro de casa", comentó Janeth, medalla de plata en los Juegos de Atlanta 1996 y bronce en Sydney 2000.
