Las autoridades australianas investigan la posibilidad de que el tenista serbio Novak Djokovic, liberado el lunes tras ser retenido en Melbourne durante días después de que le cancelasen su visado, haya dado información engañosa a los funcionarios de inmigración del país para entrar y disputar el Abierto de Australia.
El ministro de Inmigración, Alex Hawke, todavía está considerando si cancelar el visado de Djokovic, campeón defensor del 'Grand Slam' oceánico, a pesar de su victoria en los tribunales tras su apelación a la decisión de las autoridades australianas, lo que le permitió dejar su hotel de cuarentena y reanudar sus entrenamientos en Melbourne.
Los medios australianos señalaron este martes que los funcionarios están preocupados por la afirmación de Djokovic en su formulario de inscripción de que no había viajado en los 14 días previos a su llegada a Australia el 6 de enero.
Las publicaciones en las redes sociales parecen dejar en claro que Djokovic asistió a eventos en Belgrado y Marbella durante el período en cuestión. Según los informes, Djokovic afirmó que la Federación de Tenis Australiana (Tennis Australia) completó el formulario en su nombre.
Malestar por la situación
Además, quedan preguntas sobre la PCR positiva de Djokovic el 16 de diciembre y su posterior reunión con niños en un evento público en Belgrado al día siguiente, lo que habría roto las propias reglas de cuarentena de 14 días de Serbia después de una prueba positiva.
En medio de la polémica, el exentrenador de Djokovic, el extenista alemán Boris Becker, advirtió que se arriesga a la ira del público del Abierto de Australia si finalmente se le permite continuar en la lucha por su 'Grand Slam' número 21, lo que le convertiría en el tenista con más 'grandes' de la historia. "Estoy seguro de que habrá un par de abucheos y silbidos, pero él está acostumbrado a eso", indicó.
Mientras los aficionados serbios celebraron la decisión del tribunal, muchos australianos, que han soportado meses de duros confinamientos, no ocultan su malestar por la decisión de permitir que Djokovic, no vacunado contra el coronavirus, ingrese en el país.
El primer ministro australiano, Scott Morrison, habló con su homólogo serbio sobre la situación de Djokovic y explicó la "política fronteriza no discriminatoria" de Australia. "El primer ministro tuvo una llamada constructiva con el primer ministro Brnabic esta mañana sobre Novak Djokovic", indicó un comunicado de la oficina del primer ministro australiano.
"El primer ministro explicó nuestra política fronteriza no discriminatoria y su papel en la protección de Australia durante la pandemia de la covid-19. Ambos acordaron mantenerse en contacto sobre el tema y fortalecer aún más la relación bilateral", añadió.