Otra vez el sóleo. Es la sexta lesión en el mismo músculo aunque esta vez haya sido en la pierna derecha. Da lo mismo. El problema persiste y no se ataja. Lo peor de todo, que Gareth Bale ya estaba avisado. Lo adelantamos en 'Vozpópuli' en octubre del año pasado a raíz de la entonces quinta lesión en su gemelo izquierdo. "Si sigues así, te romperás más veces", le habían advertido los recuperadores que se ocupaban de él antes de la purga en los servicios médicos ejecutada por el 'doctor estiramientos' Jesús Olmo.
La lesión sufrida ante el Sporting dejará al galés dos o tres semanas de baja aunque las pruebas a las que se someterá hoy dictaminarán con exactitud cuántos partidos se pierde. La recaída de Bale llega en plena explosión de juego y goles con Zidane al frente del Real Madrid y este contratiempo supone una enorme merma para el juego ofensivo blanco. Benzema también acabó con molestias en el aductor y no en el tobillo como parecía, pero su lesión no es tan grave como la de su compañero.
El origen de tanta lesión similar radica en la protrusión lumbar detectada a Bale en 2013. Este daño requiere de un tratamiento crónico, minucioso y diario, con atenciones continuas para evitar precisamente esta consecuencia. Gareth necesita un fortalecimiento lumbar que le permita recuperar el equilibrio muscular tan indispensable para un jugador veloz y explosivo como el galés.
Chueca diseñó un plan estructurado que consistía en robustecer la zona donde Bale tiene la protrusión. El plan saltó por los aires porque el doctor Olmo prefirió aplicar otro tratamiento al galés
Pedro Chueca, otrora fisioterapeuta del club que sigue tratando a varios futbolistas del Madrid (principalmente a Sergio Ramos), diseñó entonces un plan estructurado que consistía en robustecer la zona donde Bale tiene dicha protrusión. Sesiones diarias con ejercicios para la cadera, zona lumbar, abdominal y pélvica tenían como objeto dotar de una faja muscular al futbolista que le protegiera y minimizara el riesgo. Aquel plan saltó por los aires porque el 'doctor estiramientos' prefirió aplicar otro tratamiento al futbolista galés. Desde entonces sólo el médico Olmo y su fisio de confianza, Jaime Benito, tratan en exclusiva a Bale aunque los efectos, a la vista están, no sólo no recuperan al jugador sino que le tienen en la cuerda floja y la amenaza de más recaídas.
Llama poderosamente la atención que esta nueva lesión en el gemelo se ha producido con un calendario muy liviano: sólo un partido a la semana consecuencia de la eliminación de la Copa del Rey. Hay mucho tiempo de preparación, más sesiones para entrenar y recuperar, y los rivales no están siendo de exigencia máxima (Sporting, Deportivo...). Los que han compartido vestuario con Bale y han tratado este problema de cerca sostienen que con la explosividad a la que juega y sin un plan exhaustivo para fortalecer su espalda "no aguantará tres partidos seguidos sin volver a recaer".