Preparando la reanudación de la Liga italiana tras el parón navideño, el Milan disputaba un amistoso ante el Aurora Pro Patria, club que milita en la Lega Pro Seconda Divisione (Tercera). De pronto, Kevin Prince Boateng se frenó durante una internada por la izquierda, se agachó, tomó el balón y, cual saque de portero, lo lanzó con violencia contra una zona de la grada lateral más próxima, donde un grupo de aficionados profería insultos racistas contra él y Niang, Emanuelson y Muntari, todos ellos futbolistas de raza negra.
El centrocampista ghanés se encaró brevemente con los seguidores y a continuación echó a andar hacia los vestuarios mientras se despojaba de la camiseta. Corría el minuto 26 del segundo tiempo y tanto el árbitro, Gianluca Benassi, como algunos jugadores rivales intentaron persuadirle para que siguiera jugando. No lo hizo y sus compañeros, tanto los que estaban sobre el césped como los del banquillo, le acompañaron en la retirada.
El AC Milan publicó en su página web el siguiente comunicado oficial: "El amistoso Pro Patria-Milan ha sido suspendido a causa de la retirada del campo del Milan después de que una minoría de tifosi de la Pro Patria haya dispensado insultos racistas a los jugadores de color del Milan Boateng, Niang, Emanuelson y Muntari".
El entrenador del Milan, Massimiliano Allegri, apoyó a sus jugadores: "Estoy decepcionado y triste, pero creo que no volver al césped era la decisión correcta. Todo el mundo debe poner fin a estas gestas incivilizadas. Pido disculpas por las familias y los niños que vienen aquí para disfrutar de un hermoso día. Espero que este tipo de cosas no vuelva a ocurrir".