Tal y como los más pesimistas presagiaban, la derrota de la España de baloncesto contra Croacia fue más un síntoma que algo coyuntural. Una Brasil tocada tras su nefasto debut ha revivido en un entregado Carioca Arena 1 con una victoria ante la campeona de Europa (65-66) que deja muy tocados a los de Sergio Scariolo, enterrados por los continuos fallos en los tiros libres y por un palmeo de Marquinhos a cinco segundos del final.
Segunda derrota de una seleccion que se aboca ahora a un torneo incierto y con serio peligro no ya de no pelear por las medallas, sino de ni siquiera estar en la segunda fase del torneo olímpico. Algo impensable para todo el mundo hace solo tres días, cuando Pau Gasol y compañía parecían la única esperanza real de dar guerra al todopoderoso 'Team USA'.
No está para eso, ni de lejos, una selección española desconocida, reventada por la presión y sin más argumentos que los del nuevo pívot de los San Antonio Spurs, que tampoco ha tenido su día. Quizá el resultado final entre unos anfitriones llenos de energía y determinación y una España bloqueada se explica en parte a través del horrendo 5-12 desde la línea de tiros libres de la estrella española, guinda del tétrico 22-33 del equipo.
No ha sido por Gasol, no obstante, por quien ha perdido la Selección, sino por sus problemas para encontrarle aliados ofensivos durante el encuentro y por la concesión de canastas letales en momentos importantes del partido. Ante Croacia sí estuvo Mirotic como escudero y hoy Sergio Llull ha tenido algún destello. Pero no ha sido suficiente ante unos compañeros contemplativos a los que el aro se les hace pequeñísimo.
Tras el palmeo del drama, aún tuvo una opción más España, pero funcionó la tela de araña de Magnano, el citado Llull estuvo espeso y el balón le cayó en las manos a Rudy Fernández cuando ya era muy difícil armar un lanzamiento claro.
Brasil se había plantado en el parquet herida en su orgullo tras un debut en el que Lituania les había destrozado durante tres cuartos. Comenzó con un parcial de 0-7 y liderada por un Marquinhos (partido redondo del alero) que mostró lo que iba a venir: una verdeamarela más intensa y metida, dispuesta a recuperarse de la derrota ante los bálticos y apoyada también por el ruidoso público. Enfrente, una España fallona, peligrosamente sin confianza.
En esa dinámica, y con Gasol y Mirotic más apagados que ante Croacia, Brasil mandó en el electrónico en un primer cuarto capitalizado por el ahora base de los Lakers Marcelinho Huertas. Mejoraron los de Scariolo con la segunda unidad en cancha (sobre todo, con el romo Ricky Rubio en el banquillo). Un dos más uno de Navarro animó aún más a los nuestros en el arranque del segundo cuarto, pero Alex García y Leandrinho catapultaron a los locales hasta el descanso.
La segunda parte se inició con Cristiano Felício siendo la sombra de Gasol. Magnano usó al inmenso pívot de los Bulls para atosigar al catalán y lo consiguió. España amagó con remontar, pero dos jugadas de tres puntos, de García y Giovannoni, relanzaron a Brasil (que todavía encontró otra canasta de Lima) para llegar ocho puntos arriba al tramo decisivo (45-53).
En el último cuarto, España sacó el amor propio. Ante una Brasil casi incapaz de anotar, parecía que los de Scariolo se llevaban ya el partido cuando un triple culminó la remontada a dos minutos del final (64-63). Sin embargo, los buenos augurios se chafaron con tres tiros libres marrados por los mejores anotadores nacionales, Gasol (13 puntos y 10 rebotes) y Llull (11 puntos).
Por los brasileños, 11 puntos y 7 asistencias de Huertas y 10 puntos de Marquinhos, todos ellos muy valiosos. Además, 9 tantos y 10 rebotes de un Lima inconmensurable en el trabajo sucio. Scariolo, en esta ocasión, sí soltó al ruedo a Calderón y a Abrines, pero su presencia fue casi testimonial. Dio igual. Pau no puede navegar solo. Y ya no hay margen de error. España tiene serios problemas.
- Ficha técnica
65 - España (13+18+14+20): Rubio (3), Llull (11), Rudy Fernández (8), Mirotic (6) y Gasol (13) -cinco inicial-: Sergio Rodríguez (10), Navarro (5), Claver (4), Reyes (5), Calderón y Abrines.
66 - Brasil (18+16+19+13): Marcelinho Huertas (11), Leandrinho Barbosa (4), Marquinhos (10), Nené Hilario (6) y Augusto Lima (9) -cinco inicial-; Raulzinho Neto (3), Vítor Benite (4), Alex García (9), Guilherme Giovannoni (3), Rafael Hettsheimeir y Cristiano Felício (7).
Parciales: 13-18, 31-34 (descanso); 45-53 y 65-66 (final).
Árbitros: Ilija Belosevic (Serbia), Roberto Vázquez (Puerto Rico) y Damir Javor (Eslovenia). Eliminado por cinco faltas Ricky Rubio al inicio del último cuarto.
Incidencias: Partido de la segunda jornada del Grupo B de la primera fase de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, disputado en un Carioca Arena. Cerca del lleno.