El Departamento de Seguridad Pública del estado de Maranhao informó en un comunicado que todo comenzó cuando el árbitro Otavio da Silva expulsó al jugador Josenir Abreu de un partido durante el pasado fin de semana. Los dos se enzarzaron en una pelea y entonces Silva sacó un cuchillo y apuñaló a Abreu. Este fue trasladado urgentemente a un hospital, pero falleció por el camino.
El comunicado emitido por la policía brasileña indica que amigos y familiares de Abreu inmediatamente "saltaron al campo de juego, mataron al árbitro a pedradas y lo descuartizaron".
Medios locales de prensa dicen que los agresores también decapitaron a Silva y colocaron la cabeza en una estaca en medio del terreno.
La policía que investiga el caso declaró: "Vamos a identificar y responsabilizar a todos los involucrados. Un crimen no justifica otro y acciones como esta no colaboran con la legalidad de un Estado de derecho", afirmó la Secretaría de Seguridad Pública de Maranhão en una declaración oficial. Por el doble homicidio hay tres personas detenidas, que fueron identificadas por los videos que fueron grabados con teléfonos móviles.
El hecho ha dado la vuelta al mundo y es un nuevo golpe para Brasil, un país que el año que viene tiene que acoger el Mundial de fútbol.