El segundo libro del entrenador del Real Madrid ya se puede comprar en Italia y en italiano, y este mes saldrá a la venta en España, editado por La Esfera. Una de las afirmaciones más sorprendentes es la relativa a las peculiaridades que se viven en el banquillo de un club grande.
"Hoy en día, con frecuencia las situaciones económicas y comerciales imponen unas decisiones que van más allá de las exigencias estrictamente técnicas", afirma Ancelotti. Es decir, que muchas veces prima el negocio por encima del fútbol. La frase explica muchas cosas en el Real Madrid de Florentino Pérez y traerá cola.
Tampoco está mal, desde la perspectiva del actual club blanco, la siguiente cita de indudable elogio al papel de los canteranos: "En el Milan de los Invencibles la diferencia la determinaba la conciencia de ser un equipo y el fortísimo sentimiento de pertenencia al mismo, además de a la sociedad y a los colores. Al campo salía gente que había dado sus primeros pasos en Milanello, que eran rojinegros desde siempre".
Hay más recados directa o indirectamente dirigidos a los despachos. Por ejemplo, uno que parece escrito desde la nostalgia: "El director general desarrollaba sabiamente una constante acción de filtro. Puedo asegurar que en todo el tiempo que permanecí en la Juventus estuve protegido. El principio era que hasta su último día en el club, el entrenador debía ser considerado siempre el mejor y, en este sentido, los dirigentes debían protegerlo al margen de los resultados. Nadie criticó ni puso en duda mis decisiones y no trataron de influir en ellas". Que tomen nota en el Real Madrid.
Quizás lo que mejor resume la filosfía tranquila de Ancelotti es una cita del que, asegura, es su entrenador de cabecera, el sueco Nils Liedholm: "La de entrenador de fútbol es la mejor profesión del mundo; es una pena que haya partidos".