"Nuestro padre era nuestro héroe, nuestro modelo a seguir, mi primer amor, amor que sentía cuando todavía no sabía lo que significaba. Amor que ya buscaba en la cuna y amor que aún busco y que espero que vuelva a casa a nuestro lado. El amor más grande e incondicional que se puede sentir, el de un padre enamorado de sus hijos.
De todas las cosas que mi padre me ha enseñado en estos fantásticos 19 años se olvidó de enseñarme cómo era vivir sin él. Supongo que ni él ni nadie podrá enseñármelo nunca, pero si tuviera que elegir la mejor enseñanza sin duda sería la que él mismo predicó con el ejemplo, que esta vida es demasiado corta para dedicarle tiempo a las cosas que no te hacen feliz. Él siempre me decía que luchara por mis sueños y que lo que me apasiona se convierta en lo que me dedique.
A mi padre nada le cayó del cielo. Su pasión por el fútbol, trabajo y dedicación le llevaron a conseguir su sueño: sentarse en el banquillo del primer equipo del Barça, equipo que siempre ha estado en su corazón. Ayer, cuando nos trajeron las cenizas a casa, al principio no podía entender cómo alguien tan grande podía estar ahí dentro. Pero la verdad es que mi padre no está ahí. Mi padre está vivo dentro de mí y todas las personas que la queríamos y es allí donde vivirá para siempre".
Por su parte, Adrià leyó la siguiente carta a su padre:
"En primer lugar quiero agradecer el apoyo recibido por mi familia, no solo de barcelonistas sino por todos, en este momento tan complicado. A la gente que ha visitado su memorial y todo el mundo del deporte. Agradecer también a toda la gente que ha visitado el memorial del Camp Nou y que ha dejado un detalle o un mensaje y dar las gracias a todo el mundo del deporte, que ha guardado un minuto de silencio en memoria de mi padre.
Mi padre era un hombre entregado a su familia, a su tierra, a lo que es suyo. Empezó desde abajo en el mundo del fútbol y fue escalando con esfuerzo, persiguiendo sus sueños, demostrando lo que era, un luchador. Aún recuerdo la primera vez que le diagnosticaron el cáncer. Todo lo que le preocupaba no era su salud sino nuestro bienestar. Siempre se preocupó más por los demás que por él. Mi padre fue para mí un modelo como futbolista y también como persona y, sobre todo, como padre. No puedo hacer más que agradecer lo que me ha dado y me ha enseñado. El mejor regalo que me ha dado la vida han sido estos 17 años a su lado. Con él he aprendido grandes lecciones. Recuerdo un día especialmente en el que estaba muy preocupado porque tenía una prueba muy importante y se sentó a mi lado y me dijo con la serenidad y seguridad que transmitía. 'Puedes estar tranquilo porque lo que hoy parece muy importante mañana no lo será'.
Tu experiencia me ha enseñado a valorar lo que tengo porque nunca sabes cuándo llega tu momento. Ahora ya nos has dejado pero tu recuerdo quedará vivo para siempre dentro de mí y dentro de nuestros corazones. Me ayudarás a progresar en el mundo del fútbol, a luchar para cumplir mis sueños, y ya sé que siempre estarás a mi lado y serás mi ángel de la guarda. A ti te dedicaré mis triunfos y tu recuerdo me ayudará a superar todas las dificultades. Seguiré siempre tu ejemplo y, como me enseñaste, lucharé hasta el final con 'seny, pit i collons'. Descansa en paz, padre".