Thomas Gronvold, un noruego de 43 años, ha publicado en Youtube un vídeo inédito y grabado por él hace 23 años, durante el Gran Premio de San Marino de 1994.
https://youtube.com/watch?v=I0Ta1JQKvoE%3Fecver%3D1
La carrera disputada en el circuito de Imola ha pasado a la historia del automovilismo por el accidente mortal del mito brasileño Ayrton Senna. Durante ese aciago fin de semana también falleció el austríaco Roland Ratzemberger y hubo nueve espectadores heridos. Hasta entonces, tan solo en Gran Premio de Bélgica disputado en el circuito de Spa-Francorchamps en 1960, había registrado la muerte de dos pilotos.
"Viajé con mi padre"
Gronvold lo recuerda bien. Las imágenes en bruto tomadas aquel fin de semana han sido vistas ya más de un millón de veces en menos de un mes. La web especializada theracedrivercoach.com localizó al noruego, le envió un correo electrónico, y este aficionado a la F1 respondió contando lo que vivió en Imola.
"Tenía 21 años de edad y viajé con mi padre, Alf Gronvold. No fue esta mi primera carrera, la primera fue Hungaroring en 1990, donde Ayrton Senna quedó segundo tras Thierry Boutsen", relata.
"Lo que más destacaría de asistir en directo a la Fórmula 1, al menos en aquellos tiempos, es el sonido de los coches. Es indescriptible, realmente tienes que estar allí para entenderlo. La última carrera a la que asistí fue en 2004 en Hockenheim. Después llegaron los niños, y la familia es lo primero. Además, la Fórmula 1 ya no es tan emocionante desde hace mucho tiempo. Y he oído que el sonido de los coches tampoco es lo que era", prosigue en su correo.
5.000 km en coche
A continuación, Thomas ya se centra en aquel inolvidable fin de semana de mayo de 1994, cuando él y su padre se metieron más de 5.000 kilómetros de carretera entre pecho y espalda: "Fuimos en coche desde Ski, al sur de Oslo (Noruega), hasta a Riccione (Italia) -a 2.300 km. de distancia-, donde nos alojamos durante el fin de semana. Desde que era niño pasábamos las vacaciones en Italia, así que tenemos amigos en Riccione y en San Marino, a los que visitamos también. Precisamente por eso fue la primera vez que no acudimos a los entrenamientos del viernes, día en el que chocó Barrichello".
"Pero el sábado sí fuimos testigos del trágico accidente de Roland Ratzenberger. No dieron ninguna información a la gente en el circuito, así que no nos enteramos de su muerte hasta por la noche, cuando llegamos a nuestro alojamiento", rememora el aficionado noruego.
"Ese sábado nos habíamos sentado en el mismo lugar donde al día siguiente, tras darse la salida de la carrera, algunos espectadores resultaron heridos por varios objetos que salieron disparados debido a la colisión entre JJ Lehto y Pedro Lamy. Recuerdo que comentamos que habíamos tenido suerte de no habernos puesto otra vez allí el domingo".
"No me creía la muerte de Senna"
"En aquella época apenas llegaba información a los espectadores que estaban en el circuito durante la carrera. Ni sobre el estado de Ayrton Senna ni sobre nada. Nadie pensó que era tan grave como fue. Pensamos que era un accidente fuerte, y que si tardaban tanto en reanudar la carrera era porque estaban extremando las precauciones después de todo lo que había pasado los dos días anteriores, sobre todo con la muerte de Roland Ratzenberger", .
"No nos dimos cuenta de lo que le había pasado a Senna hasta llegar a nuestro hotel en los Alpes, de camino de vuelta a casa. Cuando nos sentamos a cenar le pregunté a mi padre como estaba Senna, y él simplemente contestó: "muerto". No podía creer que fuese verdad, me parecía surrealista. Nos embargó una sensación de vacío después y perdimos el apetito".
"Fue un fin de semana horrible, pero al mismo tiempo me alegro de haber estado allí. Vivimos un capítulo de la historia de la Fórmula 1 y nunca lo olvidaré", concluye Gronvold.