Iker Casillas no tenía ninguna intención de marcharse del Real Madrid. Ni al Arsenal ni a la MLS ni a ningún sitio, por más que los medios 'oficialistas' hayan deslizado esa información para manchar la imagen del portero. No, al menos, hasta el pasado sábado. Pero la situación en el Bernabéu ha llegado a una grado de crispación irreconducible. Casillas fue señalado por Mourinho en su día y desde entonces Florentino no se ha cansado de empujarle hacia la salida de una u otra forma. Ya sea deslizando interés por otros porteros o presionando con campañas perfectamente orquestadas con los medios afines al florentinato: programas de televisión, tertulias, blogs... Al final la propaganda presidencial ha cuajado y la grada se ha vuelto contra el portero, capitán y mito del madridismo. Un Bernabéu que pita a jugadores como Cristiano o Casilla y ovaciona a estandartes del mourinhismo como el secundario Arbeloa. Una situación que no ofrece a Casillas otra alternativa que la salida. Requisito innegociable para que aterrice De Gea en el Bernabéu, porque el exatlético se ha negado a fichar por los blancos para competir con Casillas, como ya adelantó en marzo.
El relevo de Casillas por de Gea costará a las arcas del Real Madrid más de 100 millones de euros. Para empezar, el Real Madrid tendrá que abonar los 23 millones brutos de contrato que Casillas tiene firmados hasta 2017. A eso hay que añadir el coste de la operación del fichaje de David De Gea. En primer lugar, el Manchester United pagó al Atlético una cantidad que rondó los 30 milones de euros por su fichaje y De Gea tiene contrato con los red devils hasta junio del año que viene, por lo que Florentino tendrá que abonar por su traspaso una cantidad que en Inglaterra cifran en 20 millones de euros. Eso eleva la cantidad de la operación hasta los 43 millones.
A eso se suma el coste del contrato con De Gea. La última oferta que ha puesto el Manchester United encima de la mesa ha sido de seis temporadas con una ficha de 11 millones netos anuales en el primer ejercicio y subida gradual en el resto hasta completar un ingreso de 70 millones para el portero. Al ser neto, el coste para el club asciende al doble. El Real Madrid igualaría esos 11 millones netos por temporada, pero rebajaría en un año la vinculación, lo que arroja un coste de 22 millones brutos por cinco temporadas: 110 millones. Cantidad que sumada a los 43 millones del 'finiquito' de Iker y el coste del fichaje de Gea, disparan la operación hasta los 153 millones de euros.