Cuando llegue el domingo y el semáforo dé paso al GP de Abu Dabi, Fernando Alonso pisará el acelerador e intentará presionar a Vettel y a la poderosa máquina que pilota al acecho de un fallo humano o mecánico. Mientras tanto, emite mensajes sibilinos -o más que evidentes- como puñales contra la dudosa fortaleza mental del bicampeón alemán. Este jueves, sin ir más lejos: "Vettel es un buen piloto, pero Hamilton es el mejor del campeonato".
El español busca la complicidad de su excompañero y cada día más amigo Lewis. Porque Alonso, un tipo muy largo, sabe que el inglés ya está de más en McLaren y, además, el asturiano es consciente de que la escudería británica no va mover un dedo como equipo para favorecerle en su lucha con Vettel salvo que ellos salgan beneficiados en la casi imposible pugna que mantienen por el Mundial de constructores. Y Felipe Massa no parece capaz de ejecutar un trabajo de ese calibre.
Alonso, alabado en las últimas semanas por Hamilton, le devolvió los piropos invitándole de paso a echarle una mano. Lewis ya tiene la cabeza en Mercedes, su equipo el año que viene, y McLaren tampoco le ha ayudado mucho en toda la temporada. Jenson Button, en cambio, parece haberse puesto el traje de líder de la escudería inglesa y en la salida del GP de India se mostró muy agresivo e implacable con el Ferrari del español.
Hamilton también fue al límite en los primeros metros de la carrera de Buddh, así que la sutil intención de Alonso es canalizar esa proverbial agresividad de Lewis en contra de Vettel. Porque de Ferrari, la verdad, no parece esperar mucho: "Sabemos, y es un hecho, que somos más lentos que Red Bull. Estamos todos de acuerdo en eso: yo, el equipo, los aficionados… Todo el mundo lo sabe. Estamos muy unidos en nuestro esfuerzo por solucionar esta situación".
La última frase iba dirigida directamente al periodista italiano de La Stampa que esta semana publicó que Alonso se había enfadado con Pat Fry, director técnico de Ferrari, tras la calificación del sábado en India. "Normalmente, cuando estás en la lucha por el título es la prensa de otros países la que intenta desestabilizar. En esta ocasión la desestabilización ha llegado desde Italia. Una bonita invención. Y bastante creativa, ¡para ser justos! Ahora o un poco más tarde, hablaré con él para ver de dónde se ha sacado todo eso".
Por lo demás, Alonso elaboró un discurso de manual para mantener la calma en su garaje: "Creemos y confiamos en el equipo y en el trabajo que hacemos. Hemos demostrado que no nos rendimos nunca y sabemos cómo luchar hasta el final. Cuando las cosas se ponen difíciles y hay mucho estrés, seguimos siendo capaces de dar el 100% y el equipo tiene mucha experiencia en luchar por campeonatos del mundo. Todo el mundo está muy motivado y en India, vimos buenas señales con respecto al ritmo en comparación con Red Bull, pese a que necesitamos un par de décimas más, sobre todo los sábados. Además, hemos traído algunas mejoras y habrá unas cuantas más en Estados Unidos. La temporada ha tenido altibajos y hemos visto cuatro momentos 'altos' consecutivos para Red Bull, ¡así que creemos que los 'bajos' llegarán antes o después!".
Por si esos momentos bajos de Red Bull no llegaran, Alonso quiere a su vera al amigo Hamilton, cuya conducción única es ideal para desquiciar al más pintado. Está en juego un título mundial.